viernes, 5 de enero de 2018

[Página Suelta #28.] Pilar Lledó: "Es primordial rejuvenecer la Institución de Estudios Complutenses"

Pilar Lledó es la presidenta de la Institución de Estudios Complutenses (I. EE. CC.). Como historiadora acreditada por sus diferentes publicaciones, llegó a la presidencia en 2016. A lo largo de su mandato se ha propuesto modernizar esta importante Institución para la conservación y difusión del patrimonio cultural de Alcalá de Henares.

La entrevisto para que me cuente un poco más acerca de algunos asuntos notables que tampoco hay que pasar por alto, como el hecho de ser la primera mujer en ejercer la presidencia desde 1982, año de creación de la Institución.

Eres licenciada en Historia, pero no he conseguido encontrar en qué año conseguiste la graduación…
De 1986.

¿Desde entonces has tenido interés por la Historia complutense?
Este interés procede de un intento de doctorado sobre la Guerra Civil en Alcalá de Henares, lo que condujo a que me interesara esa etapa, la contemporánea en lo que respecta al siglo XX. Finalmente, no concluí el doctorado, no llegué a leer mi tesis pero todo el trabajo recogido se plasmó en el libro que publiqué en 1999.

Efectivamente, uno de tus mayores logros fue la publicación del libro Alcalá en Guerra que, por cierto, dedicaste a tus hijas. ¿Cómo ha influido esta publicación a lo largo de tu carrera profesional?
Más que a lo largo de la carrera profesional, que apenas ha influido porque me he dedicado a otras cosas, ha repercutido en mi carrera, digamos, de investigación, ya que pensé que este serían el inicio de una serie de investigaciones de otras personas, pero prácticamente no se ha hecho nada quitando investigaciones sobre patrimonio perdido, y a mí me siguen recordando como la única investigadora que ha escrito sobre la Guerra Civil en Alcalá de Henares, y siempre me están pidiendo que reedite el libro.

Alcalá en Guerra, libro que escribió Pilar Lledó en 1999 y que
le animan a reeditar dada la poca existencia de estudios referidos
a la Guerra Civil en Alcalá / Foto: Guillermo Martínez
¿Cuáles son tus inicios en la Institución y cómo llegas a ser la presidenta?
Me apunté a la Institución después de algún tiempo porque tenía un tío que por entonces era el presidente, Francisco Javier García Gutiérrez, que también era cronista de la ciudad. Pero entonces no tenía tiempo material porque también estaba en Hijos y Amigos de Alcalá, otra asociación alcalaína. Ya cuando tuvimos algunos problemas en esa asociación y nos fuimos...

Unas cinco personas, ¿verdad?
Sí, cuando salimos tres de ellas decidimos meternos en la Institución. Al principio entré como miembro, pero como seguía dando conferencias en torno a la República y la Guerra Civil me llamó el presidente que había entonces, después de mi tío, José Luis Valle, me dijo que aunque no me había metido en la junta directiva que había formado sí que quería contar conmigo para el intercambio bibliotecario. A eso me dediqué durante una temporada. Como nosotros somos una asociación sin ánimo de lucro, no nos dedicamos a vender los libros [estos libros son Anales Complutenses, y las ediciones editadas después de cada curso que imparte la Institución, N. del R.] que publicamos, así que únicamente se los damos a nuestros socios, a los que se apuntan  a los distintos cursos o de intercambio bibliotecario con otras entidades. Después una vocal no podía continuar con ese cargo, y me metí yo durante 3 años.

Después, cuando el presidente decidió no presentarse a la reelección, me empezaron a mirarme así con cara de “tienes que ser tú, tienes que ser tú” [se ríe] y aunque al principio no quería presentarme al final tuve que hacerlo.

¿Y qué crees que puedes mejorar con tu mandato?
Una de las cosas que hay que mejorar es la adquisición de un local. Ahora estamos en un local que nos cede la Universidad de Alcalá (UAH) que, aunque no dependemos de nadie, la UAH sí que nos acoge y nos preasta línea de internet, aulas para poder dar las conferencias y el Palacio Laredo como sede física. Lo que queremos, sobre todo, es que la Universidad nos dé un local con garantías, con un convenio firmado, en el que podamos montar nuestra biblioteca que ahora está empaquetada por ahí.

Pero mejorar, yo creo que… intentar seguir un poco lo que empezó el anterior presidente en el sentido de apertura de la Institución, porque hay que reconocer que es una Institución muy elitista desde sus inicios, muy de gente, digamos, intelectualmente importante, y ahora poco a poco estamos consiguiendo que eso no sea así.

¿Qué había que hacer antes para entrar en la Institución?
Se supone que tenías que tener dos avales de miembros de la Institución para poder entrar. Y al principio de los tiempos, tenías que pagar una cuota elevadísima para ser miembro.

¿Más elevada que la que pagaban los que ya eran miembros?
No, no, la cuota en sí era muy elevada, lo que restringía enormemente la entrada. Cuando yo entré ya solo se necesitaban los avales que prácticamente te los hacían en secretaría según llegabas. Eso lo quitamos también, así que hay que ir tomando medidas para abrirse y conseguir gente joven.

Al fin y al cabo, Alcalá es una ciudad pequeña en la que todos se conocen si atendemos a la gente interesada en cuestiones históricas, ¿eso ha podido llegar a ser un problema a la hora de realizar ciertas actividades dada la diferencia de intereses que puede haber entre las distintas personas?
No, no he tenido ningún problema. Aunque haya intereses diferentes, como nosotros somos una institución sin subvenciones oficiales de ningún tipo, somos totalmente independientes y autónomos, normalmente hacemos lo que queremos y cuando queremos, solo tengo que dar cuenta a mis propios miembros en la asamblea y nada más.

Pilar Lledó, recogiendo la medalla de reconocimiento que Fernado Galván,
el actual Rector de la UAH,  entregó a la I. EE. CC.
en agradecimiento por su labor / Foto: Ricardo Espinosa Ibeas
¿Qué tipo de problemas te encuentras desde la presidencia?
Lo que ya comentaba, el no tener un local propio, el tener que estar pidiendo favores a la UAH, pues no sé, sobre todo ese tipo de cosas…

La edad de los miembros también puede influir en el dinamismo de la Institución
La edad de los miembros es bastante elevada, la media de los miembros puede rondar los 60 años, y además es muy complicado captar a chavales jóvenes. Yo se lo digo a todo el que puedo para que publique en Anales Complutenses, nuestra revista, y que desde luego es gratuito hacerlo. No sé, también es una cosa que no entiendo mucho. Cuando yo estudiaba Historia me moría de ganas por publicar y tener oportunidades así.

¿Cuánto tiempo dedicas normalmente a la Institución?
Más del que yo quisiera, quiero decir, siempre te ocupa más del que piensas. Hay muchísimas gestiones que hacer, sobre todo por la mañana, que por eso me eligieron a mí, porque en este momento no estoy trabajando, y hay que ir a actos públicos, exposiciones, reuniones, y sí que te ocupa tiempo.

¿El puesto es retribuido de alguna forma?
No, no, qué va.

¿Crees que un puesto así es compatible con otra actividad laboral?
La presidencia yo creo que no. Es un cargo de representatividad y tienes la obligación de estar ahí en  todo lo que se te reclame. Nosotros participamos en muchísimas cosas del Ayuntamiento y de la Universidad, además de estar metidos en comisiones a las que tenemos que ir.

¿No crees esto es un inconveniente para que la presidencia se rejuvenezca?
Desde luego que lo es. Los anteriores presidentes o eran ya jubilados, o en el caso anterior el presidente se podía amoldar un poco más al horario. En ese sentido yo creo que le echo más horas que ellos porque realmente voy a todo lo que me llaman. Creo que es bueno que te vean y, además, así se fortalecen las relaciones con otras instituciones alcalaínas.

Eres la primera mujer que ejerce la presidencia, ¿cómo afrontas desde el cargo este hecho?
Pues con mucha satisfacción y para mí es un honor. Además, creo que es de justicia histórica que desde el año 82 haya una mujer presidenta. Pero ya no solo yo, sino que la junta de gobierno también es paritaria en ese sentido [6 hombres y 5 mujeres, N.. del R.] y yo creo que así por lo menos hacemos más visible el hecho de que las mujeres tenemos que estar ocupando determinados puestos. Hay muchas ocasiones en las que voy y soy la única mujer, así que eso hay que solucionarlo.

¿Conlleva algún tipo de problema que la máxima representante de la Institución sea una mujer y no un hombre?
No, yo no he notado ninguno, ninguno; además, yo creo que en muchas ocasiones lo aprecian, que te dicen “mira, al menos hay una Institución con una mujer presidenta”. Pero vamos, ahora mismo cuando vamos a los actos y demás, las únicas presidentas somos la de los Hijos y Amigos y yo, porque el resto, efectivamente, son hombres. De hecho, el otro día en un acto de despedida del Rector que nos dieron unas medallas conmemorativas a instituciones alcalaínas y tal, yo era la única mujer.

Pilar Lledó, en el extremo derecho, siendo la única mujer galardonada en
el acto de despedida del Rector. / Foto: Ricardo Espinosa Ibeas
También militaste en Mujeres Progresistas, asociación altamente politizada, ¿interfirió esto en el desempeño de tu cargo en la Institución?
No, porque la Institución es apolítica en su ideario, no tiene ideología ni sentido religioso ni nada por el estilo; entonces cuando tú representas a una Institución tienes que representar a todos los miembros, por lo que yo lo he separado en todo momento. A veces sí que hemos participado en algunos actos ajenos a nuestra Institución porque pensamos que también es positivo tener presencia en otro tipo de reivindicaciones, como el día 25 de noviembre cuando la Concejalía nos invitó a participar en los actos contra la violencia de género. Pero no solo en el tema de la mujer, sino hacia cualquier ámbito.

En Alcalá existen diferentes entidades para la preservación y difusión de su cultura, como Hijos y Amigos de Alcalá, que ya has mencionado, ¿qué diferencia a la I.EE.CC. de otras asociaciones?
La característica principal es que la I. EE. CC. lleva ya muchos años. Aunque es verdad que al principio tenía un sentido muy elitista porque la fundaron gente de la Universidad, estudiosos e investigadores: todos con carrera y personajes elevados de la sociedad alcalaína. Lo que nos diferencia, precisamente, es que seguimos dando cursos más bien especializados, no tan divulgativos, pero eso es más bien plantearse los temas sobre los que hacer los cursos. 

Por ejemplo, una de las primeras cosas que me planteé es hacer unas jornadas sobre la mujer relacionadas con Alcalá, porque desde el año 82 nunca se había hecho nada sobre este tema. Eso nos abrió bastantes puertas porque se apuntó gente que no eran integrantes de la Institución y que después del curso acabaron siéndolo.

¿Y eso cómo se acogió entre los miembros de la Institución al tener una edad tan elevada y al ser un tema más o menos moderno?
Pues mira, en fin, [se ríe] fue la primera vez que tuvimos más gente apuntada de fuera que de la propia Institución. 

¿Los propios integrantes de la Institución no se opusieron a llevar a cabo este curso?
Los integrantes no se opusieron en ningún momento, pero miembros que nunca fallan, a estas jornadas no vinieron. En cambio, en el siguiente curso, que era sobre Cisneros, esta gente vino pero apenas conseguimos gente de fuera; o sea que depende, pero yo creo que el camino que tenemos que seguir no es solo el de nuestros miembros, que también, pero tener presente la necesidad de apertura al resto de la sociedad.

Y luego, pues no sé, los Hijos y Amigos de Alcalá se dedican al tema más popular, folclore y las tradiciones, también de iniciación al tema de historia… aunque de hecho nos hemos planteado hacer alguna cosa juntos sobre divulgación de tradiciones, pero bueno, son ideas que nos van surgiendo.

¿Cómo se financia la Institución?
Cada integrante, que ahora somos 250, paga una cuota. Nos autofinanciamos de esta forma. Son unos 54 euros al año fraccionados en dos pagos. Además, también están los cursos, donde hay que pagar la matrícula. Por ejemplo, el precio del último curso, que tuvo 8 conferencias, costó 10 euros para no socios y 5 para socios, así que es bastante asequible. Luego regalamos el libro de las publicaciones que se han expuesto durante el curso el día de su clausura a las personas que se han matriculado.

¿Qué margen de maniobra tenéis a la hora de programar actividades culturales en la ciudad?
En este sentido también somos totalmente independientes y autónomos. Programamos lo que nos parece a la junta directiva, aprobado en asamblea, pero lo que sí es verdad que al ser una Institución del entorno complutense, estamos un poco más sujetos por las efemérides que se van celebrando. Normalmente damos dos cursos al año, así que uno sí que está más marcado por el calendario pero el otro suele ser de una temática más libre.

Si tuvieras que decir, un poco en modo de autocrítica, algunos errores o cosas a mejorar por parte de la Institución, ¿cuáles serían?
Deberíamos conseguir más gente joven, abrirlo un poco, intentar encontrar temas que interesen a los chavales, que quizá es nuestro gran problema. Por más que intentamos estar en redes sociales, en la web, no es suficiente por ahora. Pero sobre todo intentar, por fin, regularizar las relaciones con la UAH a través de un convenio que nos permita tener una sede más fija y más nuestra.

Pero el Rector actual está saliente, termina su mandato en un par de meses…
Claro, cuando los contactos y las relaciones ya están más fortalecidas, ahora tenemos que volver a empezar con todos los trámites. Se presentó un convenio pero no parece que se vaya a firmar.

Pilar Lledó toma la palabra en la clausura del curso sobre Cisneros realizado en 2017.
Asistieron Fernando Galván y Dolores Cabañas, Rector y Catedrática de Historia
en la UAH, respectivamente. / Foto: Vicente Pérez Palomar
A ti te eligieron presidenta en 2016 y termina tu mandato en 2020, ¿a día de hoy piensas presentarte a la reelección?
Pues no quisiera, pero me temo que sí, que voy a tener que hacerlo [se ríe] porque no veo que haya mucha gente interesada en el tema, pero yo les voy a dar la opción, si se quiere presentar alguien, yo más que encantada.

A nivel personal, ¿cómo te sientes al estar al frente de una Institución tan importante?
Yo me siento muy bien, porque aunque hay veces que realmente acabo cansada y harta porque aunque son muchas pequeñas cosas y problemitas, luego tiene cosas muy satisfactorias porque estás en el ámbito social alcalaíno, te relaciones con la élite cultural de la ciudad, y pues oye, a mí eso me gusta porque soy alcalaína y me encanta, así que tiene cosas muy gratificantes.


-ENTREVISTA EXTENDIDA-

1 comentario:

  1. Sí se ha escrito e investigado sobre la guerra civil en Alcalá por parte de otras personas. Con otras cuestiones de la entrevista también pondría algún "pero". En fin, mejor no pongo mi nombre, que luego me vetan en los actos que hacen.

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