José Morata Gargallo tiene 70 años y vive en Onda, el pueblo de Castellón que le vio nacer. De hecho, nació en un cuartel. Su andadura se remonta a los años 80, cuando los derechos laborales de los que disfrutaba la mayoría social de los trabajadores en España eran una utopía para los agentes de la Guardia Civil. “A mediados de 1986, el cabo Rosas fue detenido en Sevilla justo cuando iba a presentar los estatutos de lo que se llamaría la Unión Democrática de Guardias Civiles”, comienza su relato el protagonista de esta historia.
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