El refresco es vegano y no contiene azúcares, pero a cambio les suministra 200 miligramos de cafeína en vena, casi el doble de un Red Bull y el equivalente a seis latas de Coca-Cola. El mercado parece saturado de marcas, pero la industria siempre encuentra la forma de introducir algo más.
Los 'influencers' y la publicidad
Cada vez hay más bebidas energéticas y se consumen más y a edades más tempranas. El año pasado, el Gobierno elaboró un real decreto para limitar su publicidad, pero no ha servido de nada. Su difusión sibilina a través de influencers, líderes de opinión para miles de adolescentes, deja poco espacio para su regulación publicitaria. Para gustos, sus numerosos y novedosos sabores. Para venderlas, sus atractivos y potentes colores. Las bebidas energéticas inundan el estómago de cientos de jóvenes cada día, pese a su alta composición en cafeína y otros elementos perjudiciales si se ingieren en grandes dosis. ¿Deberían restringir su venta a mayores de edad? ¿Serían adecuadas campañas de sensibilización para alertar de sus peligros? El consenso de los expertos apunta a que la persuasión que ejercen para su compra en los jóvenes es un arma que no dejan de explotar las compañías.