domingo, 30 de mayo de 2021

[El Confidencial] El supermercado en el que solo pueden comprar sus trabajadores

La encargada de la sección de frutas y verduras tiene 79 años recién cumplidos, quien gestiona las compras del súper trabajó 9 años como administrativa en una gestoría y el coordinador del turno es un educador especializado en medios de comunicación. Todos se conocen, tienen sus vidas, pero durante tres horas cada cuatro semanas coinciden en 'La Osa', el punto neurálgico de aquellos que quieren un consumo responsable, de proximidad y ecológico, tal y como afirma José Antonio Villarreal, aunque allí todos le conocen como Villa.

Villa señala el precio elevado de un producto ecológico frente al convencional. (G. M.)
Organizados en una cooperativa, 'La Osa' parece un supermercado más, pero solo desde fuera. Un portón para la recepción de los pedidos, grandes escaparates que dan la espalda a la amplia Avenida de Asturias y dos puertas automáticas flanquean un interior en el que las cosas no funcionan como en cualquier establecimiento. Siempre que alguien entra, otro comprueba que ha realizado las tareas que tiene asignadas para poder acceder al derecho a compra, y baja una pequeña rampa que abre los pasillos en los que se encontrará un 80% de productos ecológicos.

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sábado, 29 de mayo de 2021

[El Salto] Abuso policial en Granada: revientan un móvil contra el suelo y disparan a un joven con material antidisturbios

Pablo acababa de salir de un local situado en la Plaza de Gracia en Granada cuando la Policía Local empezó a desalojar la zona. Pasaban las dos de la madrugada del día 20 de mayo cuando el dispositivo policial desplegado terminó con graves actuaciones de los agentes hacia dos de los jóvenes. Este joven de 23 años acabó herido en el pecho y en la pierna debido a los disparos provocados por un agente cuando el chaval ya abandonaba la zona. Terminó detenido, acusado de resistencia a la autoridad y sentenciado al día siguiente. Otro policía que estaba en la zona reventó contra el suelo el móvil de Ángel, otro joven de erasmus en la localidad andaluza, hasta en dos ocasiones. Todo ello fue filmado por un vecino de la ya citada plaza.

Pablo muestra los impactos de bolas de pimienta
sobre su cuerpo. ARCHIVO EL SALTO
Alicia Sierra, abogada de los dos jóvenes, ha hablado en exclusiva con El Salto para relatar lo que según sus defendidos sucedió aquella noche. “En torno a 70 personas habían salido del local y estaban concentradas en la plaza. Cuando llega la Policía, los agentes se dirigen a los chavales gritándoles y es ahí cuando Pablo dice a los agentes con total tranquilidad que se iban pero que no hacía falta que tuvieran esa actitud. Cuando ya abandonan la plaza, uno de los agentes que porta un arma disuasoria dispara tres veces a menos de dos metros del cuerpo de Pablo, que recibe dos impactos”, relata la letrada aludiendo a lo que se aprecia en el vídeo y las fotografías.

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martes, 25 de mayo de 2021

[El Asombrario] ¿Os acordáis de la lucha del barrio obrero burgalés de Gamonal?

Hay ecos que se disipan en el aire. Gritos que retumban unos días, unas semanas, copan portadas de periódicos y abren telediarios. Esos ecos, normalmente, se disipan, se acallan, se mueren. El 10 de enero de 2014, el barrio burgalés de Gamonal volvió a gritar, a arder, a resistirse. Como si de un eco de su pasado se tratara, la oposición de su gente a la construcción de un bulevar marcó otro capítulo más en su expediente reivindicativo. Sergio Izquierdo relata y María de la Fuente dibuja la historia en la novela gráfica ‘Gamonal. En el eco de un mismo recuerdo’ (laovejaroja).

Izquierdo, natural del barrio, estaba trabajando en el Instituto Cervantes de Polonia cuando sucedieron los altercados. Fue en 2017 cuando empezó a imaginarse a Laia Pastor, la protagonista del cómic que escarba, cuestiona y reflexiona sobre el pasado y presente de Gamonal. “Todo es una especie de intervención arqueológica en los estratos más profundos de la memoria social del barrio. Laia ve que las protestas de 2014 no surgen de la nada y empieza a darse cuenta de cómo el rechazo vecinal procede del menosprecio de las instituciones locales”, comenta el autor.

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lunes, 24 de mayo de 2021

[El Confidencial] Remedios Zafra: "La paradoja de la época es sentirnos conectados y solos al mismo tiempo"

 La historia rara vez se escribe desde el presente de forma acertada. La excepción que confirma la regla es, de nuevo, Remedios Zafra y su 'Frágiles' (Anagrama, 2021). La voz propia de esta científica del Instituto de Filosofía del CSIC vuelve a dar en un clavo que cada vez arde más. Como si de una respuesta esperanzadora a 'El entusiasmo' (Anagrama, 2017) se tratara, Zafra ahonda en aspectos de los que no hay tiempo para pensar, binomios invisibilizados en la vida-trabajo: tecnología y conectividad, dinero y visibilidad, cuerpo y aguante, solidaridad e individualismo, vocación y creatividad, espacios y tiempos, libertad y vigilancia, hiperproducción y estabilidad.

Remedios Zafra - Guillermo Martínez

El ensayo, escrito desde una primera persona tan honesta como cauta y cuidada, interpela a un público que va desde el tú al yo y, si nos paramos unos segundos a vernos en este espejo, también al nosotros.


PREGUNTA. Presenta la solidaridad como un lazo necesario para “sabernos comunidad” frente al sistema, a la máquina. ¿Qué papel juega este factor, esta manera de estar y vivir la realidad, respecto a la ansiedad, estrés y agobio que provoca el ritmo laboral en el que estamos inmersos?

RESPUESTA. Frente al estrés y la angustia vividos como algo individual cabe la tentación de resignarnos o medicarnos, pero cuando son compartidos con los otros (que también la sufren) como parte de una fragilidad que busca empatizar con los otros y crear vínculo social, pueden generar lazos de solidaridad y voz comunitaria, voz política.

Una de las propuestas que se plantean en 'Frágiles' es que la ansiedad derivada de las vidas-trabajo contemporáneas solo puede afrontarse desde la verbalización o autonarración a otros. De forma que en el compartir lo que nos hace vulnerables es más fácil reconocerse en la fragilidad común que cada cual esconde o sobrelleva. Cuando el malestar individual que resulta doloroso se comparte y hace de espejo a otros puede surgir una comunidad cohesionada por aquello que oprime y es compartido. Así nace la solidaridad de vernos reconocidos y acompañados en un problema que no es personal ni coyuntural, sino que se extiende y entrelaza como estructura de las formas de vida y trabajo contemporáneas. No extraña que la prisa favorezca contactos superficiales.

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domingo, 23 de mayo de 2021

[Público] Reabrir la tierra para conocer la Historia: así vivieron las familias de los trabajadores del Valle de los Caídos

El último mes de primavera deja el Valle de Cuelgamuros sembrado de margaritas y plantas con flores amarillas. Un amarillo chillón que contrasta con la dura roca de granito decorada por un musgo más seco que vivo. En una pequeña zona del territorio bajo control de Patrimonio Nacional (PN), varios científicos del Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) trabajan para sacar a la luz las infraviviendas que habitaron las familias de los trabajadores de la iracunda construcción. Trabajadores libres, trabajadores presos, que tuvieron cerca a sus seres queridos: mujeres y descendencia que durante años habitaron la escarpada zona, en chabolas de 9 metros cuadrados y sin acceso a agua ni electricidad.

Vista de la cruz del Valle de los Caídos desde donde se ubicaban
los barracones de los trabajadores de Banús.- Guillermo Martínez
Tres empresas usaron como mano de obra a presos políticos durante el franquismo para construir y levantar lo que después sería el Valle de los Caídos. El Poblado de Banús, una de esas empresas, se conserva casi íntegro y no ha sufrido reocupaciones posteriores. "En la parte del destacamento se han encontrado los cimientos de dos barracones de presos, un almacén, un edificio multiusos, un barracón de obreros libres, otro de encargados y dos fosas sépticas", informan desde PN. Pero eso no es todo. Ocho décadas después, el equipo arqueológico desempolva, limpia, analiza las zonas adyacentes, donde se ubicaban las viviendas de las familias de los obreros.

Alfredo González Ruibal es doctor en arqueología, científico titular del Incipit y dirige el proyecto de excavación: "Estamos investigando en un sitio único en el que se desarrollaron siete años de la España franquista, un lugar excepcional como fuente de conocimiento . La mayor parte de asentamientos que estuvieron poblados con chabolas que surgieron en la periferia, como Vallecas u Orcasitas, han seguido siendo utilizados, por lo que no quedan huellas de su periodo inicial". Y precisamente son eso, chabolas, lo que el equipo de González ha cifrado en 40 tan solo en el Poblado de Banús, aunque originariamente podrían ser 20 más.

Una experta trabaja en una de las chabolas que acaban de empezar a excavar.- Guillermo Martínez


Dos botellas encontradas durante las excavaciones.- Nerea Villuendas


sábado, 22 de mayo de 2021

[Público] La historia de cómo el socialismo español consiguió reconstruirse a pesar de la represión de la dictadura franquista

Acababa de terminar la Guerra Civil cuando el socialismo español, casi compungido, debe restructurarse. La represión pesaba mucho más en el interior que en el exilio. Allí, en Francia y México, los socialistas españoles siempre pujaron por liderar el movimiento que dentro de España lo único que podía hacer era tratar de sobrevivir. La clandestinidad del socialismo durante la dictadura franquista viró a medida que el tiempo pasaba, los aires de la pretendida modernidad desembarcaban en las costas, los hijos de la clase obrera atestaban las aulas universitarias y una nueva industrialización en ciernes se levantaba en el norte. Antes de eso: asesinatos, sacrificios, disputas internas, miedo al comunismo e intentos de alianzas que eclosionaron en 1970, cuando las ejecutivas tanto del PSOE como de UGT deciden volver al interior.

Imagen de archivo de la concentración convocada por la Federación
de Servicios Públicos de UGT en 1982 para reclamar la Ley de
Libertad Sindical, en Madrid. - Wikipedia / Wikimedia Commons
Gutmaro Gómez Bravo, doctor en Historia y profesor en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), recupera más de tres décadas del siglo XX desde un novedoso e inédito punto de vista. A través del análisis de la correspondencia de la época, el autor publica Hombres sin nombre. La reconstrucción del socialismo en la clandestinidad (1939-1970) (Cátedra, 2021). Vertebrado en tres ejes cronológicos, el experto desgrana la forma en que el PSOE y la UGT, heridos de muerte durante la guerra, resucita con los años.

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viernes, 21 de mayo de 2021

[El Confidencial] La vida (restringida) en pisos tutelados para las mujeres liberadas de explotación sexual

Les quitan su dinero e identificación, si la tienen, al entrar en el piso. No reciben cinco comidas diarias. Hablan por teléfono unos minutos a la semana con sus familiares. La puerta de su casa está cerrada con llave. Está prohibido que salgan solas a la calle. Las galletas, en el desayuno, están contadas, y se penaliza si se guardan alimento para improvisar un mínimo almuerzo. Así se expresan antiguas trabajadoras de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP) sobre la situación de las mujeres que ya han sido liberadas. Todas anónimas, menos una de ellas, y procedentes de diferentes pisos tutelados, más de 40 testimonios denuncian el trato que la asociación les daba como profesionales, pero también el que recibían las usuarias.

Recapitulemos. Aparece en televisión un vídeo grabado por la Policía Nacional con varios agentes de espaldas irreconocibles, en un club, en algunos pisos. Están desarticulando una red de trata que explotaba sexualmente a mujeres, normalmente migrantes. Y ahí se queda la noticia. Y luego, ¿qué ocurre con esas mujeres? Algunas de ellas terminarán en los pisos de tutela de APRAMP. Tienen cuatro en la capital con capacidad de hasta cinco mujeres en cada uno. "Hacen con ellas lo mismo que en la red de trata. Les quitan el móvil y su identificación, les controlan las comunicaciones y se las restringen como si fuera un privilegio", explica una educadora social que durante los ocho meses que estuvo en APRAMP trabajó en los cuatro dispositivos.

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jueves, 20 de mayo de 2021

[Público] La Biblioteca Nacional recupera 467 libros valorados en 400.000 euros entregados por el franquismo a los monjes del Valle de los Caídos

El día en el que se cumplieron 30 años de la proclamación de la Segunda República fue el elegido para que la Biblioteca Nacional de España (BNE) entregara a la Abadía Benedictina del Valle de los Caídos casi 500 libros. En pleno franquismo, los monjes se hacían con un tesoro bibliográfico datado entre los siglos XVI y XIX y que acaba de ser devuelto a la institución pública. La investigación y la comprobación de registros por parte del Departamento de Manuscritos, Incunables y Raros de la BNE comenzó en 2018 y ahora queda concluida, por lo que podrán ser estudiados por cualquier investigador que así lo desee en dependencias de la Biblioteca. Eso sí, de los 494 títulos de la lista de entrega fechada el 14 de abril de 1961, 33 no han podido ser localizados y de dos de ellos no existen copias en la institución pública.

Isabel Ruiz de Elvira, directora del Departamento de Manuscritos,
Incunables y Raros de la BNE.- Guillermo Martínez
El padre Laurentino Sáenz de Buruaga fue el abad de la Santa Cruz del Valle de los Caídos que recibió el lote de libros, entre los que se encuentran también dos pertenecientes al siglo XX, de parte de José Ibáñez Cerdá, secretario general de por aquel entonces la Biblioteca Nacional (BN). El acta firmada por estas dos entidades no aparece el término "donativo" nada más que en la tarjeta de agradecimiento al secretario de la BN, no habiéndose localizado ningún documento en el Archivo de la BNE que especifique qué tipo de cesión se realizó, enuncian desde la entidad.

Antes de la devolución, la Abogacía del Estado se pronunció al respecto en un informe encargado por la propia BNE que determinara la propiedad de los fondos, y así se expresaron: "Son bienes del Patrimonio Histórico Español de titularidad de la Biblioteca Nacional de España, y son bienes de dominio público, inalienables, imprescriptibles e inembargables, por lo que su depósito en la Biblioteca del Valle de los Caídos, solo pudo haberse hecho en concepto de préstamo o comodato".

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lunes, 17 de mayo de 2021

[Público] La Policía frustra la creación de un centro social okupado autogestionado en Aluche

La tarde de este 16 de mayo era la elegida. Pasaban las cinco de la tarde cuando unas 30 personas se acercaban a un edificio abandonado en la calle Medina del Campo. Situado en el barrio madrileño de Aluche, el inmueble fue una antigua fábrica de muebles sin uso desde hace casi dos décadas. Un joven que se encontraba dentro y que, según ha afirmado, vivía en él desde hace una semana ha terminado siendo desalojado dado que los policías no han podido comprobar que se trataba de su vivienda habitual. Mientras esto sucedía y cuatro agentes de la Policía Nacional inspeccionaban el edificio, han aparecido dos hombres, uno diciendo que era el encargado de la seguridad del mismo y otro, ataviado con una camiseta del Ejército de Tierra y una gorra con el escudo de la Policía Nacional, que ha dicho ser el hijo del primero. El espacio, que pretendía convertirse en un centro social para el vecindario, sigue estando inutilizado.

La Policía identifica a los activistas que
 estaban en la zona.- Guillermo Martínez
Algunos jóvenes del Distrito 104, el colectivo antifascista de la zona, estaban en las inmediaciones intentando recuperar la antigua fábrica para, además de servir como vivienda para quien así lo necesite, crear un centro en el barrio: "Kronos, un fondo de inversión, ha comprado el inmueble a través de una de sus empresas filiales. No sabemos lo que quieren hacer con él, aunque seguramente lo dedicarán a la especulación inmobiliaria", ha afirmado a Público Andrea, una militante del colectivo juvenil.

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sábado, 15 de mayo de 2021

[Público] La historia de un fusilamiento y una fosa común: tras 85 años, una prueba de ADN identificará varios cuerpos en Palencia

Hay una zona de Palencia inundada de aerogeneradores. Enormes molinos modernos protagonizan una estampa que pudiera parecer como otra cualquiera, aunque en este caso haya que rebuscar en su historia, y en su tierra, para percibir su particularidad. Ese mismo enclave, situado cerca del municipio de Baltanás, escondía la fosa común en la que se hallaron, allá por 2004, los huesos de 21 personas fusiladas en septiembre de 1936 por el bando franquista. Pasados 17 años desde aquella inhumación y 85 desde que se cerrara la fosa, más de una decena de familiares esperan los resultados de la prueba de ADN para confirmar que allí, en ese sitio, estuvo alguno de sus antepasados.

Imagen de los trabajos de recuperación de restos humanos en la
fosa común. - Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica
"Les pegaban un tiro en una ladera que llaman el Portillo de Hornillos y los cuerpos bajaban rodando hasta el hoyo en el suelo. Ni siquiera cargaron con su cadáver. Sabemos que hicieron varias capas de enterramiento y cuando encontramos sus huesos nunca supimos que podían ser los de mi abuelo", relata Jesús Román, quien a sus 61 años busca a Teodosio Román de la Cruz, natural del pueblo palentino de Antigüedad, cercano a Baltanás.

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[CTXT] Lidia Posada y Carlos Taibo, participantes del 15-M, lo recuerdan 10 años después

Ha pasado una década desde que la Puerta del Sol se convirtiera en el kilómetro 0 de la movilización social en España. La acampada que allí se desplegó pronto germinaría también en decenas de ciudades del territorio, incluso del extranjero. Lidia Posada tenía 26 años entonces y militaba en Democracia Real Ya, el colectivo que convocó la manifestación aquel 15 de mayo. En la acampada participó en la Comisión de Comunicación y Extensión. También en StopDesahucios, el origen de la Oficina de Vivienda. Entonces era, y sigue siendo, abogada. El escritor y divulgador Carlos Taibo contaba 55 años y tres días cuando dirigió unas palabras al final de la manifestación. “Lo hice cargado de dudas, por cuanto el manifiesto de convocatoria era más bien moderado. Aunque pensé que lo que tenía previsto decir podía resultar en exceso radical, el problema quedó rápidamente resuelto: apenas se oía nada”, recuerda. Poco tiempo después publicaría Nada será como antes. Sobre el movimiento 15-M y El 15-M en sesenta preguntas (los dos con Catarata en 2011). Diez años después, los dos personajes comparten su experiencia.

El 15-M fue una demostración de alegría y de entusiasmo contagiado. ¿Qué recordáis de aquellos primeros días en las plazas?

Lidia Posada: Yo pienso que el 15-M nació el 17-M cuando todas esas personas volvieron a aparecer por la plaza para mostrar solidaridad con las detenidas y persistencia contra el régimen.

Recuerdo sentir mucha ilusión y una creciente confianza en el resto de la gente. Todos los días conocías a decenas de personas nuevas. También recuerdo mucho cansancio porque yo trabajaba hasta las 18:00 y hacía mis tareas de la Asamblea hasta las 3:00. Estuve semanas durmiendo muy poco.

Carlos Taibo: Recuerdo sí, la alegría y el entusiasmo, que revelaban que por fin habían estallado de forma creativa muchas tensiones. Pero por encima de todo lo que recuerdo es la irrupción de un discurso y de unas prácticas radicales, que, asentadas en la asamblea, hasta entonces habían sido privativas de determinados cenáculos propios del mundo libertario y de algunas instancias de la izquierda de siempre. Ahora alcanzaban, de manera casi milagrosa, a mucha gente. Yo fui, en cualquier caso, el primer sorprendido.

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[El Salto] La radio, el periódico y la wiki del 15M, diez años después

El 15M fueron muchas cosas: decenas de acampadas, la politización de cientos de personas, el inicio de un movimiento feminista efervescente o la acción de desobediencia civil más multitudinaria de España al concentrarse en la Puerta del Sol miles de personas desafiando la prohibición de la Junta Electoral justo al comienzo de la jornada de reflexión. Diez años han transcurrido de aquella explosión de ilusión y política ciudadana que, como no podía ser de otra forma, también encontró su propia voz y palabra. Huyeron de los mass media y, desde el kilómetro 0, crearon Ágora Sol Radio y el periódico Madrid 15-M, ahora Madrid en Acción. Más tarde llegaría la 15Mpedia, un lugar digital en el que crear entre todas y todos los conocimientos que la nueva experiencia aportaba al mundo, y expandirlos.

LITO LIZANA
La Puerta del Sol seguía siendo el epicentro del movimiento contestatario del país cuando se creó la radio, una radio libre: Ágora Sol Radio. “La idea surgió en la Comisión de Comunicación de la acampada porque vimos la necesidad de contar nosotras mismas lo que sucedía”, introduce Juanfran García. La primera emisión oficial está fechada el 26 de mayo y no sería hasta ya entrado junio cuando García comenzara a participar en el nuevo medio. Él mismo cuenta el principio de la historia: “La radio duró vinculada a la acampada un mes, aproximadamente, y Ágora Sol dejó de depender de la Comisión de Comunicación para constituirse como una radio libre: no profesional, autogestionada, que exige gran implicación, que no admite publicidad y que debe dar voz a los movimientos sociales y vecindario”.

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viernes, 14 de mayo de 2021

[El Confidencial] El día que abuchearon a las feministas en el 15-M (y lo que ha cambiado desde entonces)

La plaza de la Puerta del Sol estaba irreconocible. Una acampada que cada día que pasaba era menos improvisada abría telediarios, portadas y conversaciones. Las decenas de personas que dormían en la zona y los miles que transitaron por allí hicieron suyo el lugar, como en las otras 200 acampadas más que se repartían por España, incluso algunas en el extranjero. Como telón de fondo del kilómetro 0, una lona gigante de una conocida marca de cremas se convirtió en la pizarra del movimiento, el espacio elegido para colgar pancartas con diferentes reivindicaciones y en distintos idiomas. En ese momento, en ese lugar, todo era bienvenido, todos cabían, menos el feminismo, al menos en el preciso instante en el que se desplegó una pancarta que rezaba 'la revolución será feminista o no será'.

Aniversario del 15-M, en 2016. (EFE)
Los gritos y abucheos en contra de la pancarta de algunos de los acampados fueron inmediatos y llegaron hasta tal punto que “un machirulo rajó en dos la pancarta que ponía feminista y saludó en plan torero a la plaza lleno de orgullo y poder machista mientras mucha gente vitoreaba”, tal y como recoge un texto de una de las activistas. Un incidente, un hecho aislado, que tuvo su posterior repercusión: la asamblea general censuró lo ocurrido, se volvió a colgar la pancarta y la Comisión de Feminismos del 15-M en Sol organizó un taller de feminismo para principiantes. Pero ¿por qué ocurrió ese incidente en un espacio que propugnaba la igualdad? ¿Cuál fue la respuesta de las feministas?

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[El Asombrario] 15M, diez años después: las vías que se abrieron

La plaza bullía de vida. Cientos de personas se acercaban cada día y dormían todas las noches en ella, soñando con la SOLución. Eternas asambleas de hasta 3.000 personas conseguían integrar un descontento mundial y que pronto tendría sus réplicas en otras ciudades de otras comunidades, países y continentes. Tras su levantamiento, la acampada transitó entre infinitos debates, estrategias, estructuras. Tenía que haber espacio para todos. Y para todas. Todo comenzó un 15 de mayo de hace 10 años, en el kilómetro 0 del Estado Español, y sus ecos aún persisten en la sociedad. Recordamos esa fecha histórica de la mano de Julia Ramírez-Blanco y su libro ‘15M. El tiempo de las plazas’. El día en que la ciudadanía dejó de ser pasiva. Algunas semillas que sembraron aún perduran.

Democracia Real Ya convocó una manifestación que terminó en la madrileña Puerta del Sol. Unas 40 personas decidieron permanecer en ella por la noche. “Al principio, la acción era meramente antirrepresiva para denunciar las cargas policiales y los detenidos que había. La Policía les dejó quedarse esa primera noche para, un día después, desalojarles”, relata Julia Ramírez-Blanco, autora de 15M. El tiempo de las plazas (Alianza Editorial, 2021). Pero ya era tarde: la semilla estaba plantada sobre el empedrado.

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sábado, 8 de mayo de 2021

[Público] El anarquismo desconocido: la historia de la FAI tras la leyenda negra

Reuniones secretas, oscuridad, atracos y terrorismo. Todas estas etiquetas maridan bien con lo que popularmente se asocia a la Federación Anarquista Ibérica (FAI), apenas esbozada en la mayor parte de los libros de historia y que se recuerda como esas tres letras que acompañaban durante la Guerra Civil en carteles y vehículos a otras algo más reconocidas, aquellas que denominaban a la Confederación Nacional del Trabajo, la CNT. Si poco se sabe del funcionamiento de las organizaciones libertarias debido al ostracismo que han sufrido por algunas historiografías, menos se conoce de la organización que desde la perspectiva social pretendía agitar las conciencias de los trabajadores, muchas de ellas ya revolucionadas en el campo laboral de la mano de la central anarcosindicalista.

Integrantes de la FAI en Aragón, en 1936. - 
SUEP / Ministerio de Cultura y Deporte
Julián Vadillo echa por tierra la mayoría de los planteamientos expuestos hasta la fecha que explican a la federación en su libro de reciente publicación Historia de la FAI. El anarquismo organizado (Catarata, 2021). La monografía suple así un hueco histórico que se completa con cinco capítulos y un epílogo que transitan entre los antecedentes de la organización hasta su estadio actual, pasando por una primera dispersión de grupos anarquistas, su estado durante la Dictadura de Primo de Rivera, y su actuación en la Segunda República y el Franquismo.

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jueves, 6 de mayo de 2021

[El Salto] La demolición de Fraguas depende del Seprona de la Guardia Civil

Un nuevo soplo de aire fresco ha sorprendido al pueblo recuperado de Fraguas, en la sierra norte de Guadalajara. Nueve años han pasado desde que algunos activistas se asentaran y empezaran a reconstruir este municipio alcarreño destruido durante el franquismo y dinamitado después por diversas prácticas del ejército español. Hace dos años, la Audiencia Provincial condenó a seis de ellos a una pena que podría superar los dos años de cárcel, y aunque este nuevo movimiento no se relaciona directamente con la condena, sí que da un impulso a los habitantes actuales: el Juzgado ha pedido al Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit), entidad que forma parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y al Seprona de la Guardia Civil que elaboren un informe sobre el patrimonio histórico y etnográfico que puede haber en la zona. El derribo, si se produce, se alargará todavía un tiempo.

Esta última actualización del proceso judicial cuya condena aún no se ha ejecutado no se queda en el asunto de la demolición. “La Fiscalía también había solicitado el desalojo de los ocupantes que ahora mismo están en Fraguas, y el Juzgado les ha respondido que, para eso, tienen que empezar un nuevo proceso por el supuesto delito de usurpación con los nuevos identificados para que se inicie el proceso correspondiente”, agrega Erlantz Ibarrondo, el letrado de la defensa. Él mismo completa: “Aunque el escrito de la jueza no dice expresamente que se paraliza el derribo, sí que dice que el Seprona de la Guardia Civil debe elaborar un informe técnico en el que analicen la protección del patrimonio histórico citada por el Incipit”.

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lunes, 3 de mayo de 2021

[La Marea] Fraguas: historia de una repoblación

Fraguas, un pueblo en la Sierra Norte de Guadalajara, volvió a llenarse de vida cuando en 2013 varias personas decidieron asentarse allí. Su idea: vivir en armonía con la naturaleza, de forma autogestionada y tomando las decisiones de forma horizontal y a unos ritmos mucho más sanos que los preponderantes de la ciudad. El paso de los años no ha conseguido variar su modelo de vida, aunque sí ha trastocado la esperanza y futuro de este proyecto que lleva torpedeado desde 2018.

Ese año finalizó un proceso judicial contra seis de los nuevos vecinos de Fraguas: la sentencia firme los condenó por un delito contra la ordenación del territorio y otro de usurpación. Este último lleva aparejado el pago de una responsabilidad civil que responde a las costas de la demolición de las viviendas reconstruidas, pero los presupuestos presentados por la Junta de Castilla-La Mancha han introducido en dicha cuantía algunas edificaciones que no fueron juzgadas. El primero de ellos ascendía a 43.000 euros. El segundo, que tampoco se ajusta a las edificaciones enjuiciadas, a los 34.000. El abogado de los jóvenes alerta de que si no hacen frente a esta pena económica, el delito de usurpación se convertiría en pena de prisión, que sumado al otro superarían los dos años de cárcel. Además, tendrán que hacer frente a una multa de 2.700 euros cada uno de ellos.

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[El Salto] Pablo Hasél, desde la cárcel: “Yo literalmente no tengo un euro y aquí sobrevivo gracias a la solidaridad”

Seis páginas de un cuaderno de la marca Cervantes albergan las respuestas que Pablo Rivadulla Duró (Lleida, 9 de agosto de 1988) ha proporcionado a El Salto desde la cárcel de Ponent, en Lleida. Conocido como Pablo Hasél, debe afrontar más de dos años de prisión por los delitos de enaltecimiento del terrorismo, injurias y calumnias contra la corona y contra las instituciones del Estado. Su entrada en prisión supuso una fuerte movilización social que terminó con disturbios por parte de los manifestantes y una fuerte respuesta policial.

Por Octavio Terol
El rapero responde a este medio y se pronuncia sobre por qué quien tiene dinero permanece menos tiempo encarcelado y si piensa que su entrada en prisión puede ser un punto de inflexión en cuanto a eliminar los delitos del Código Penal por los que ha sido sentenciado, tal y como diversos organismos internacionales llevan exigiendo a España durante años. Al final de sus respuestas remitidas a este periodista, un apunte: “Pido por favor que todo aparezca tal cual ha sido escrito”. Y así ha sido.

Hace algo más de un mes que ingresó en prisión. ¿Las cosas están yendo como se esperaba? ¿Cómo es su cotidianeidad?

Al haber peleado por el derecho a una celda individual me tienen en un módulo donde hay pocos presos y el patio es diminuto. En este módulo también llegan todos los ingresos y pasan una semana confinados así que cuando los llevan al patio no nos permiten salir. Eso significa que apenas podemos salir al patio y la sensación de encierro aún es mayor. Si la condena será larga como parece, pelearemos por el cambio de módulo. Ahora se niegan a cambiarme porque dicen que no hay espacio para celdas individuales pero me consta que no es así. Además, los presos de este módulo tenemos menos horas de polideportivo (dos a la semana y una no la cumplen) cosa que impide hacer más deporte.

En mi día a día leo bastante, escribo, hago el poco deporte que se puede en un espacio tan reducido y charlo con el resto de presos.

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domingo, 2 de mayo de 2021

[Público] La Ingobernable vuelve a ocupar en el centro de Madrid y crean una Oficina de Derechos Sociales

Lo han vuelto a hacer. El 2 de mayo, día de la Comunidad de Madrid, ha sido la fecha señalada para que el colectivo de La Ingobernable volviera a ocupar un edificio al que se le llevaba sin dar uso desde hace cinco años en el centro de la capital. Sito en la calle Cruz 3 y 5, el nuevo enclave se convertirá en una Oficia de Derechos Sociales (ODS) que pivotará en torno a ejes como la alimentación, la salud, la precariedad laboral y el derecho a la protesta. El amplio bloque, compuesto por tres plantas, pertenece a los hermanos Fernández Luengo, dueños de la firma Marco Aldany, "quienes especulan con la vivienda y acumulan millones de euros en propiedades y empresas", ha afirmado Eloy, uno de los portavoces del colectivo social.

Imagen de la nueva okupación de
La Ingobernable. — GUILLERMO MARTÍNEZ
Mientras el toque de corneta avisaba en el kilómetro 0 de la festividad y los operarios de la Policía inspeccionaban alcantarillas y ensayaban su dispositivo de seguridad, unas 50 personas ya estaban dentro de la nueva ODS acompañadas de un centenar de activistas más que se situaban en las inmediaciones para dar cobertura y seguridad a la nueva ocupación. No ha sido hasta pasadas las 12 de la mañana cuando poco a poco todos los grupos dispersados se han ido congregando en las antiguas puertas del Hostal Cantábrico intentando guardar la distancia de seguridad en todo momento.

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[Público] Leganés y Alcalá de Henares, ejemplos de grandes municipios madrileños que reclaman mayor inversión en sanidad y educación

Las grandes ciudades de la Comunidad de Madrid serán unas de las mayores bazas a conquistar por los partidos políticos que se presentan a las próximas elecciones de la región. El 4 de mayo, unos comicios tan disputados como polarizados serán los protagonistas de la política madrileña, en gran medida extrapolable a la nacional. ¿Pero qué hay de la periferia, de esas urbes en las que viven miles de habitantes? Los candidatos las visitan durante sus campañas, llenan pabellones, plazas, incluso ahora mucha gente se queda a sus puertas debido al control del aforo. ¿Realmente conocen las necesidades de la población de esa ciudad o solo buscan un voto más?

Enrique Muela, presidente de la Federación Comarcal de Asociaciones 
Vecinales de Alcalá de Henares. — Guillermo Martínez
Fidel Gozalo Arranz es el presidente de la Federación Local de Asociaciones Vecinales de Leganés, municipio al sur de la región y que cuenta con más de 190.000 habitantes. Con 40 años en su haber, este leganense detalla la realidad que se vive en la ciudad. Su homólogo en Alcalá de Henares, Enrique Muela Martín, con 28 años de experiencia en la ciudad complutense, ubicada al este de la Comunidad, también desgrana la situación en la histórica ciudad. ¿Comparten problemas? ¿Tienen las mismas necesidades?

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sábado, 1 de mayo de 2021

[El Asombrario] Las huelgas de mujeres: aprender del pasado para continuar la lucha

Hoy, 1 de Mayo, traemos a ‘El Asombrario’ a la periodista Josefina L. Martínez, que ha recuperado la tradición de la reivindicación obrera protagonizada por mujeres a lo largo de la historia. Un libro financiado mediante ‘crowdfunding’ en el que han participado decenas de personas muestra al público cómo la organización y el apoyo mutuo siempre fueron, y son, uno de los pilares fundamentales en el feminismo. ‘¡No somos esclavas! Huelgas de mujeres trabajadoras, ayer y hoy’ (Libros&Rosas, 2021) vuelve a recordarnos que los derechos se conquistan en el debate y en las urnas, que las demandas se defienden en la calle y que las injusticias y opresión del sistema capitalista se desplazan de unos lugares a otros sin el menor problema.

Jornada de huelga en Madrid. Foto: Gaelx
Ellas siempre lo tuvieron mucho más complicado ante los ataques del capital. Allá donde se producía cualquier abuso empresarial, para las mujeres se sumaba la obligación de lidiar con el mantenimiento del hogar y el cuidado de la descendencia. Un hilo rojo y morado recorre la historia de la lucha feminista obrera, un hilo que tiene remaches en todos los continentes del planeta, en todos los barrios humildes de las grandes urbes, pero también en las zonas más empobrecidas: misma lucha, diferentes latitudes.

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