jueves, 31 de diciembre de 2020

[La Marea] Los medios de comunicación deshumanizan a las personas migrantes

Comunicar de forma correcta el fenómeno de la migración no es asunto baladí. Un informe reciente ha analizado 3.062 piezas periodísticas (desde febrero hasta octubre de 2020) y ofrece algunas conclusiones que no deberían pasar desapercibidas a ningún profesional que pretenda desempeñar su trabajo huyendo de la deshumanización de las personas migrantes. Más del 80% de las piezas evaluadas no dan voz a los protagonistas, un tercio de los titulares contiene tintes sensacionalistas o un lenguaje inadecuado y en más de la mitad de ellas no se utiliza la palabra “persona”.

¿De qué forma comunicamos la migración? ¿Qué estereotipos y prejuicios generan los medios de comunicación a la hora de abordar el fenómeno migratorio? ¿Qué fuerza tiene la imagen para transmitir lo sucedido? ¿Cuál es la importancia del lenguaje en los textos periodísticos en torno a la creación de un relato? El informe Inmigracionalismo 8, impulsado por la Red Acoge, responde estas y otras muchas preguntas. El detallado documento muestra las conclusiones recabadas tras el análisis de 2.055 artículos de medios con tirada nacional y 1.007 de tirada autonómica. En total, 22 medios monitorizados durante 260 días.

“La influencia social de los medios de comunicación, su capacidad de conformar y fijar ideas en el imaginario colectivo, y el amplio protagonismo discursivo que ocupan las migraciones son factores que nos exigen mantener una mirada crítica hacia el tratamiento mediático de este tema. El objetivo es contribuir a su mejora y a que los medios ejerzan su responsabilidad como agentes socializadores”, relatan convencidos desde la Red Acoge. Esta organización, que lleva tres décadas trabajando en la defensa de los derechos y la atención de las personas migrantes y refugiadas, lanza algunos datos que permiten tener una perspectiva completa del asunto, ya que desde 2014 han analizado más de 27.000 informaciones sobre migración.

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lunes, 28 de diciembre de 2020

[Ciudad Sostenible] Carolyn Steel: ciudades hambrientas, o qué hemos hecho mal durante tanto tiempo

La autora parte de una premisa clara: las ciudades son lo que comen. Así pues, esta arquitecta amante del urbanismo sostiene que el desarrollo de las ciudades se encuentra íntimamente ligado a la forma de alimentarse de sus habitantes. Es más, esa relación entre la comida y las metrópolis es fundamental en nuestra vida cotidiana. En este sentido, la editorial remarca que “alimentar ciudades tiene un mayor impacto social y físico sobre nosotros y nuestro planeta que cualquier otra cosa que hagamos. Sin embargo, pocos de nosotros somos conscientes del proceso y rara vez nos detenemos a preguntarnos cómo llega la comida a nuestros platos”. Steel tiene la respuesta.

Tal y como se refleja en el volumen, una ciudad del tamaño de Londres debe producir, importar, vender, cocinar, comer y eliminar unos treinta millones de comidas. Todos los días. Lo mismo ocurre en numerosas ciudades del mundo. De ahí que el ensayo demuestre cómo la producción moderna de alimentos ha dañado el equilibrio de la existencia humana. Problemas que tienen su eco en el presente, como el alto grado porcentual de obesidad, el aumento de los supermercados o la destrucción del mundo natural. “El aumento y el impacto de características distintivas estadounidenses como la producción industrializada de alimentos y carne, los grandes supermercados, las cadenas de restaurantes de comida rápida y los comestibles procesados en la vida diaria de las ciudades son examinados junto con las raíces históricas y los problemas contemporáneos en cada etapa del ciclo alimentario, desde la granja hasta el plato y finalmente, el vertedero”, adelantan desde Capitán Swing.

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lunes, 21 de diciembre de 2020

[Público] Los rostros apagados del Sector V de la Cañada Real tras tres meses sin luz

Lo primero que llama la atención es el vaho saliendo por la parte superior de las mascarillas. Eran las tres y media de la tarde y, en apenas media hora, el frío ya entumecía pies y manos. Entre unos cortes de electricidad y otros ya llevan tres meses sin luz y los estragos son palpables: los problemas para asearse con agua caliente hacen que los chavales tengan vergüenza a la hora de acudir a la escuela, la ropa que lavan a mano tarda en secarse hasta una semana, cuesta mantener a la temperatura adecuada los medicamentos que antes tendrían que guardarse en la nevera y pasar las noches en las que la temperatura ronda los 0 grados sin tiritar se torna complicado. En estos momentos, las personas afectadas por los cortes de luz se sitúan en 4.610, entre las que se incluyen 1.812 menores. Todos ellos y todas ellas, sin electricidad desde mediados de octubre.

Mural pintado a la entrada del Sector V de la Cañada real. — Guillermo Martínez
Los apagones en la Cañada Real son habituales. Lo que no se explican los vecinos del Sector V, en donde una orilla de la calle central pertenece a Rivas Vaciamadrid y la otra a Vicálvaro, es por qué Naturgy ha adherido limitadores en sus torretas, facilitando así las sobrecargas en las mismas, tal y como denuncia el vecindario. Tanto la empresa suministradora como la Comunidad de Madrid ya han sido denunciadas por vulneración de derechos humanos. Mientras tanto, en el Sector VI se cuentan hasta cuatro decenas de personas intoxicadas debido al gas de sus estufas, y una niña tuvo que ser ingresada en urgencias por inhalación de monóxido de carbono de una estufa de leña.

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jueves, 17 de diciembre de 2020

Salgo al balcón a ver el viento pasar

Un grito malvive en mi pecho. Ya coraza, ya fiesta, ya transparente o lúcido. El pensamiento compulsivo de la completitud y la duda congénita que me oprime me asaltan en el momento menos esperado. Cuando estoy currando y las teclas invaden mis tímpanos, ahí viene, con su leve susurro, ondenando la bandera de la metaindefensión, de si las cosas no están al milímetro de mi medida, de si hay algo que se me escapa. Así que, aunque desconozco el qué, algo hay que cambiar, hablar, tratar, preguntar. Y pienso en la injusticia a la que me someto.

No sé actuar cuando no sé quién soy. Las manos, mis preciadas manos, se mueven a un compás del que no me siento orgulloso. ¿Pero cómo me siento si no me falta nada? ¿Me faltaré yo? ¿Pero cómo me voy a faltar a mí mismo si yo no le falto a nadie? Mis venas supuran sobre la ceniza. Seguridad, decís. La espera late entre las vértebras, dentro, cuando tengo las entrañas agarrotadas.

Mi respiración grita con miedo. Ansiedad no es la palabra, ni nervios, tampoco inestabilidad. La respuesta es DUDA. Salgo al balcón a ver el viento pasar. Ni la música consigue olvidarme de mí, que eres tú, que a su vez eres tú conmigo o sin mí. No lo sé. Y pasa el tiempo y mucha gente sabe qué hacer siempre y me lo dicen y me quieren ayudar. De verdad, solo me quieren ayudar. Solo me quieren. Y yo, ¿me quiero? ¿Sé quererme solo?

Llega la noche y la masturbación insana me nubla la cabeza por unos minutos. Todo mentira. Mañana, seguramente, saldrá el sol y yo me despertaré con muchísimas cosas que hacer. Nada, absolutamente nada, frena a ese pensamiento que es grito y susurro, que arropa y enfría. Beso sus barrotes. Vendrá a mi cabeza a recordarme que no sé quién soy, ni lo que quiero. Pensamiento desquiciante. 

Me compré una pantalla de ordenador antirreflejante y ahora tengo que acertar el cambio de mis rasgos cuando se acerca esa voz. Está claro. Nada cambia por fuera por mucho torbellino que escupa mi ser más inmaterial. Tengan cuidado si se acercan a esta fiera. Es por su bien, es decir, por el mío.

Disculpad la inssitencia.

Jugar con las ganas, a veces también es perder.


[Público] El Azaña más completo se exhibe en la Biblioteca Nacional

Este jueves a mediodía ha tenido lugar la joya de la corona del programa que el ejecutivo ha preparado para conmemorar el 80 aniversario de la muerte de Manuel Azaña en el exilio: una exposición en la Biblioteca Nacional que iba a tener como padres pródigos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y al rey, Felipe VI, pero que se ha quedado huérfano de uno (quizá el menos pródigo, pues no deja de ser irónico que el bisnieto de Alfonso XIII rinda homenaje a Azaña), ya que el Presidente está en cuarentena por haber estado en contacto el lunes pasado con Enmanuel Macron, positivo en covid. En su lugar han acudido el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, la vicepresidenta Primera, Carmen Calvo, y la presidenta del Congreso Meritxell Batet. 

“Izquierda Republicana en vanguardia contra el fascismo internacional”
Cartel, 1937. — Petit Guillén / FUNDACIÓN PABLO IGLESIAS, MADRID
Manuel Azaña: escritor, traductor, estadista, político, amante de la cultura. Todas las variantes de aquél personaje ensombrecido durante la dictadura que oscureció España tras su marcha al exilio se dan cita en la Biblioteca Nacional de España (BNE), donde una cuidada exhibición reúne casi 200 obras que retratan los momentos más importantes de su vida. 'Azaña intelectual y estadista. A los 80 años de su fallecimiento en el exilio' es el nombre de la muestra que estará presente hasta el 4 de abril de 2021 en la sala Jorge Juan y que rinde homenaje al "gran pensador que creía firmemente en el valor de las instituciones públicas para mejorar la realidad", en palabras de Ana Santos Aramburu, la directora general de la BNE.

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lunes, 14 de diciembre de 2020

[Público] Piden prisión para los republicanos que se manifestaron en 2014 bajo el lema "monarquía es dictadura y corrupción"

Los agentes antidisturbios de la Policía Nacional volvieron a cargar. Otra vez. Era el cuatro de octubre de 2014 y en torno a dos millares de personas se habían reunido en la Puerta del Sol convocadas por la Coordinadora 25-S. La concentración, cuyo eslogan era "monarquía no es democracia, es dictadura y corrupción", desembocó en un conato de manifestación que pretendía discurrir por la calle Alcalá, adyacente al madrileño kilómetro 0. Para desgracia de los allí congregados, una línea policial les impidió el paso a escasos metros. Todo lo que sucedió después, y sus responsables, será dirimido en un juicio en la Audiencia Provincial de Madrid los próximos 15 y 16 de diciembre, en el que tres activistas y tres antidisturbios se sentarán en el banquillo de los acusados.


La actuación de los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) se saldó con cuatro detenidos. Doris Benegas, referente en el movimiento republicano y castellanista, falleció durante el proceso de instrucción, por lo que finalmente son tres los activistas que se enfrentan a un año y medio de prisión por un delito de atentado contra la autoridad. Los tres funcionarios policiales están acusados de un delito de lesiones al, presuntamente, extralimitarse en el ejercicio de sus funciones. Un vídeo de los hechos esclarece lo ocurrido hace más de seis años: los agentes pegaron puñetazos, aporrearon a gente con los brazos en alto y entorpecieron la labor periodística.

Al inicio de la calle Alcalá tan solo se escuchaba un grito: "Basta ya de Estado policial". Después vendría la carga. La cinta, aportada como prueba en el proceso judicial, constata cómo un antidisturbio intenta propinar un par de puñetazos en la cabeza a los manifestantes. Segundos después, uno de sus compañeros aporrea a una periodista en el brazo con el que sujetaba su cámara para, posteriormente, volver a utilizar su defensa contra un hombre que tenía las manos en alto; todo ello justo antes de repetir la acción en la espalda de un hombre de mediana edad que se intentaba retirar del lugar. Pero aún hay más. Tras la carga, otro agente de la UIP pega un manotazo a un hombre. Es el mismo policía que después empujaría a un periodista que intentaba documentar las detenciones.

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viernes, 11 de diciembre de 2020

[Público] Usuarios y sanitarios protestan en el Hospital Infanta Sofía, donde una torre sin ocupar podría albergar 180 camas y 16 UCI

La cuarta torre del Hospital Infanta Sofía, en San Sebastián de los Reyes, pasaría desapercibida para cualquier persona que se acercara al complejo sin saber previamente de su existencia. Ahora, cuando se estabiliza la segunda ola del coronavirus en la Comunidad de Madrid, y el mismo día que empieza a funcionar el nuevo hospital Enfermera Isabel Zendal, en torno a una treintena de personas se han concentrado a las ocho de la tarde en las puertas del Infanta Sofía para reivindicar la apertura total del hospital.
Imagen de usuarios y sanitarios protestando frente al 
Hospital Infanta Sofía de Madrid. — Guillermo Martínez


Como colofón de la acción, unos seis sanitarios de diferentes hospitales de la Comunidad ataviados con su vestimenta de trabajo han entrado al edificio para desplegar, en la parte inutilizada del mismo, una gran pancarta con un único mensaje: sanidad pública.

La torre en cuestión nunca se llegó a abrir, pese a que debería haberlo hecho en 2017 y por la que se pagó un presupuesto a Acciona, la empresa que gestiona el edificio y los servicios no sanitarios del mismo, como celadores y el personal de limpieza, mantenimiento y hostelería, tal y como informa Eduardo Pérez, enfermero de la UCI del hospital y delegado sindical por parte del Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (MATS). "Si cada planta tiene espacio para unas 30 habitaciones que son dobles, en la parte cerrada del hospital que permanece totalmente diáfana podríamos albergar casi 200 camas", comenta él mismo.

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[Público] Sanitarios y usuarios se movilizarán contra los traslados forzosos al Hospital Isabel Zendal: "Es la escala perfecta de la privatización"

El nuevo hospital de pandemias Enfermera Isabel Zendal se podría definir de muchas maneras. Para empezar por el principio, siempre será un hospital manchado de sangre, pues durante su construcción murió uno de los trabajadores que faenaban en la obra. También será el hospital que acumula, como mínimo, un sobrecoste del doble de lo presupuestado. La adjudicación de los servicios externalizados tampoco se libra de la polémica, pues una empresa de una exconcejala del PP será la que se encargue de la seguridad del centro sanitario. Además, el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso tan solo consiguió que se presentaran como voluntarios 111 trabajadores de los 669 requeridos . En unos días, otra descripción que se sumará a las anteriores será que el Zendal es el lugar de trabajo de cientos de profesionales que no quieren trabajar en él.

Decenas de trabajadores de la sanidad, servicios sociosanitarios y ciudadanos se han
concentrado frente a la Consejería de Sanidad este martes para condenar el
"desnudo que está sufriendo" la sanidad pública madrileña y el traslado de personal
al nuevo Hospital Izabel Zendal de Valdebebas -EP.
Eso sí, la presidenta de la Comunidad de Madrid no puede decir que todo estos hechos hayan sido en balde: ella ya se hizo la foto protocolaria junto a Pablo Casado, secretario general del PP, José Luis Martínez-Almeida, alcalde de la capital y portavoz nacional del PP, y Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad en la Comunidad. Detrás de las cámaras, decenas de profesionales sanitarios demandando que se abran las camas de UCI que permanecen cerradas en los hospitales de la región y en contra de los traslados forzosos. Precisamente, son estos traslados los que han empezado a ser comunicados a los trabajadores que menos tiempo llevan prestando servicios y menor posición ocupan en la bolsa de trabajo der Sermas, el Servicio Madrileño de Salud.

¿Qué sentido tiene obligar a los sanitarios a trasladarse al Zendal sin cubrir el puesto que dejan en su hospital de procedencia? Esa es la pregunta que retumba entre los profesionales, quienes no encuentran un por qué a esta estrategia de Ayuso si descartan la opción de intentar paliar la crisis sanitaria mediante el ladrillazo. Por ello, una convocatoria popular llama a concentrarse en hasta 13 hospitales de la Comunidad el viernes 11 a las 12.00 horas en solidaridad con los sanitarios desplazadas y para reivindicar que se revierta la medida, que también afectará a los trabajadores del Summa.

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miércoles, 9 de diciembre de 2020

[Público] ¿Otro mundo es posible?: el anticapitalismo en el siglo XXI

Reconceptualizar la vida se torna necesario, cuasi obligatorio, en un momento de desestabilización mundial. Un virus asola la faz de la Tierra y la maquinaria capitalista se endurece: la gente no tiene que ver cuán endeble es el sistema. Hace algo más de un año que falleció Erik Olin Wright, uno de los más eminentes sociólogos marxistas, no sin antes dejar para la posteridad su último libro: Cómo ser anticapitalista en el siglo XXI (Akal, 2020).

Portada de 'Cómo ser anticapitalista
en el siglo XXI'. — Akal

La búsqueda de alternativas al sistema de producción predominante en la mayoría de los países del mundo fue el faro de guía durante los últimos años de vida del autor. Esta monografía de reciente publicación, con un vocabulario sencillo y atractivo, con un índice conciso pero bien estructurado, intenta ser la continuación de otra de las obras culmen del académico, la que tituló Construyendo utopías reales (Akal, 2014). Si antes mostraba hacia dónde tiene que ir la Humanidad, ahora desarrolla el cómo, la estrategia.

Tres binomios vertebran todo un postulado posterior: igualdad/equidad; democracia/libertad; y comunidad/solidaridad. A partir de ellos, el sociólogo emprende un viaje al interior del anticapitalismo. "Esos pares que él presenta al principio evocan la triada de libertad, igualdad y fraternidad. Así es como refleja que el proyecto socialista no es algo exótico, sino que conecta con preocupaciones ampliamente compartidas. Prácticamente, nadie se opone a esas parejas de conceptos, y quienes defendemos el proyecto socialista democrático tenemos que partir de amplias ideas compartidas", aduce Jorge Sola, profesor de sociología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y antiguo alumno de Wright.

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domingo, 6 de diciembre de 2020

[El Asombrario] Las pinturas más optimistas de Óscar Domínguez, el surrealista olvidado

Casi una veintena de obras de la época más colorida y alegre de Óscar Domínguez han encontrado un refugio en la Galería Guillermo de Osma de Madrid hasta el 19 de febrero de 2021. Un trazo no era suficiente. Dos, al final, tampoco. Tuvieron que ser tres para que Domínguez (1906-1957) encontrara en ellos una de sus máximas expresiones y la manera de encauzar su etapa vital más plena y optimista.

Óscar Domínguez. ‘Composición con casas y animales’. 
Cortesía de la Galería Guillermo de Osma.
La galería acoge esta muestra del pintor tinerfeño, la primera en la historia centrada exclusivamente en torno a el periodo 1948-1952, tan relevante para el creador. La exhibición recuerda uno de los momentos más importantes en la vida artística de Domínguez, justo tras superar su vinculación con el movimiento surrealista en los años 30 y una intensa relación con Picasso en los 40.

Antes de todos esos acontecimientos biográficos que marcarán el futuro de Domínguez, el joven e inquieto personaje decide desechar la administración de los negocios familiares en París para frecuentar el artisteo de Montparnasse en 1927, la Meca de la experimentación visual. Da un paso más allá cuando se matricula en una academia de pintura, cuyo resultado se comprueba en las piezas surrealistas realizadas en 1929 bajo la influencia de renombrados creadores como Dalí, Tanguy y Max Ernst. Años después, ya en 1935, Domínguez avanza en su trayectoria profesional cuando entra a formar parte del grupo surrealista comandado por André Breton. Pero no se olvida de dónde viene, de sus raíces isleñas. Por ello, junto a su amigo Eduardo Westerdahl organiza la primera exposición del grupo surrealista en Tenerife.

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sábado, 5 de diciembre de 2020

[El caballo de Nietzsche / Eldiario.es] 50 años de antiespecismo: un mundo sin tortura y sacrificio animal es posible

Pese a que hay realidades que existen aunque no sean nombradas, el hecho de conceptualizarlas, delimitarlas y teorizar en torno a ellas es el primer paso para modificarlas. Así sucedió con el especismo, cuyo término fue acuñado en 1970 por el psicólogo Richard D. Ryder (Reino Unido, 1940). A partir de ahí, toda una serie de reflexiones, que empezaron a cristalizarse en diferentes acciones y distintas formas de vida y pensamiento, desembocaron en la lucha que hoy en día se denomina como su contraria: el antiespecismo. Entendido el especismo por la propia RAE como la "creencia según la cual el ser humano es superior al resto de los animales y por ello puede utilizarlos en beneficio propio", cada vez más colectivos se focalizan en las demandas que persiguen el fin del sometimiento animal a los deseos e intereses humanos.

El antiespecismo hecho realidad en el santuario Vacaloura
"Los animales están explotados, al igual que nosotras, porque viven en una violencia sistémica y estructural todos los días de su vida, por eso es nuestra responsabilidad solidarizarnos con su situación y respetar sus intereses", comienza a explicar Maialen Sagüés, la portavoz de Nor Euskal Herria Antiespezista, plataforma que agrupa a 15 de estos colectivos del País Vasco. La activista incide en que los animales deben ser considerados como sujetos de pleno derecho en la sociedad, a quienes el sistema capitalista de explotación también oprime, pues no dejan de ser agentes con conciencia y capacidad de sentir. "Los animales han sido domesticados durante miles de años, condicionando sus vidas, encerrando a la mayoría. Los hemos establecido como mercancías y propiedades privadas, y hemos moldeado sus cuerpos y sus formas bajo nuestra dominación. Al final, los hemos convertido en máquinas de producción y han perdido sus capacidades como seres sintientes".

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[Público] Televisiones autonómicas: la historia de la eterna búsqueda de la profesionalización y la independencia del poder político

En la elaboración de esta información han colaborado Danilo Albin, Raú, Bocanegra, Joan Canela, Ferran Espada y Alba Tomé.

El rótulo de Radio y Televisión de Andalucía (RTVA) 
visto desde el Guadalquivir. –Archivo.
La independencia de criterio y la profesionalización máxima frente a las presiones de las mayorías y de los gobiernos de turno ha sido y es la dialéctica dominante en lo que respecta a las televisiones públicas autonómicas –que emplean a miles de periodistas y profesionales audiovisuales– además de una financiación suficiente de lo que se ha configurado como un servicio público.

En las diferentes corporaciones audiovisuales del país no se ha logrado, después de décadas de conflictos, la estabilidad del modelo ni un control profesional de la información. Las presiones de los Gobiernos que las financian están a la orden del día y los conflictos por los sesgos –y por la falta de rigor– saltan de cuando en cuando a los medios de comunicación.

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