jueves, 30 de noviembre de 2017

Página Suelta #22. Mujeres Nobel, un reflejo de la sociedad

Resulta fácil hacer una exposición sobre las mujeres que han ganado alguna vez el Premio Nobel. Y resulta fácil porque no son muchas. En efecto, hace un siglo no eran muchas las personas del sexo femenino que se dedicaban a la investigación, pero la hegemonía de los varones a la hora de recibir los galardones no se ha revertido en los últimos tiempos; ahora que la mujer sí está integrada en el campo de la investigación científica (las mujeres ganan el 5,58% de premios: 845 hombres, 50 mujeres).


La exhibición Mujeres Nobel es tan necesaria como acertada en toda su forma. Mediante un repaso por las figuras más llamativas, como son Marie Curie, Rita Levi-Montalcini o Selma Lagerlöf hasta llegar a un total de doce personajes, la muestra se dinamiza con objetos de la época, correspondencia postal y recortes de periódico.

Resulta curioso leer en los paneles, pues cada premiada goza de dos de ellos para dar breves apuntes de su vida y esbozar algunos rasgos de su experiencia profesional, que algunas de ellas empezaron como ayudantes de sus maridos. Se demuestra así que, aunque la mujer pudiera llegar a estar al mismo nivel que cualquier hombre, dependía de que alguno de ellos le diera la oportunidad para demostrarlo. Y pienso, ¿cuántos avances y mejoras nos habremos perdido en la vida por relegar de esta forma a la mujer?

En definitiva, también me viene a la cabeza qué puedo hacer yo para aportar mi pequeña contribución. Y se me ocurre, que desde mi posición como periodista, debería trabajar algo más para encontrar fuentes autorizadas mujeres, que la mujer tenga más presencia en el espacio público, y es más, que se sienta cómoda en él. Nos sorprenden las cifras, y ojalá algún día sea complicado hacer una exhibición sobre las premiadas Nobel de todas las que son, pero casi nadie se para a pensar qué puede hacer para cambiar una realidad tan abrumadora... ¿tú ya lo has pensado?

Más información en El Joven Tintero.



sábado, 25 de noviembre de 2017

Página Suelta #21. Obituario Ficticio de Mariano Barbacid

Mariano Barbacid, considerado como uno de los personajes más importantes en investigación bioquímica de todo el mundo, falleció ayer a las seis y media de la tarde en el madrileño hospital Santiago Ramón y Cajal a los 68 años. Tal y como adelantaban en la Agencia Efe, el investigador sufrió un ataque del que no se pudo recuperar mientras estaba ingresado por el atropello que le llevó a la cama del hospital el martes de la semana pasada.

El acontecimiento es el trágico fin de una vida entera dedicada a la investigación en torno al cáncer. Reconocido tanto en el ámbito especializado de su labor como por el público general, Barbacid llegó a ser la vanguardia científica de España. Ya en su génesis como estudiante de bioquímica en la Universidad Complutense de Madrid destacaba, lo que le catapultó a ser becario en Estados Unidos hasta lograr llegar a ser el director del departamento de oncología en el Instituto Nacional del Cáncer de Maryland.

Después regresaría a España para dirigir el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, cargo que ha desempeñado hasta sus últimos días. Como recordaba su asistente personal en una charla informal con los medios tras comunicar su fallecimiento, el científico tenía en gran estima dos de las condecoraciones que le habían entregado a lo largo de su vida: el Distinguished Young Scientist Award, en 1983, y la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo, en 2011.

Mariano Barbacid / © ABC
Reconocimientos estos a avances que dieron la vuelta al mundo, como el aislamiento de un gen humano mutado capaz de causar cáncer nunca antes aislado que significó una inhóspita mejora en cuanto a la investigación sobre la tan mortífera enfermedad. Este descubrimiento tuvo cabida en la internacional y consagrada revista especializada Nature, en donde lo publicó en 1982.

Pero su trayectoria todavía tenía mucho más camino que andar. Ya entrado el nuevo milenio, en 2003, consiguió demostrar que una enzima (la CDK2) no era imprescindible para el inicio de la replicación celular, tal y como se creía hasta entonces. Este acontecimiento es el que marcó toda su línea de investigación posterior, según recuerdan fuentes cercanas a la familia que se han acercado al mismo hospital para acompañar a sus seres queridos.

Sin duda, una pérdida no esperada en el mundo de la ciencia, de la investigación, del compromiso en mejorar la calidad de vida de las personas. Desde Madrid, la capital que vio nacer sus progresos y desde este medio, incluso este escritor que ahora escribe estas líneas apenado, mandamos enérgicamente condolencias a los familiares, amigos y todas aquellas personas que tuvieron la enorme suerte de tratar con Barbacid, uno de los grandes entre los grandes.


-Obituario ficticio escrito para la asignatura 'Periodismo especializado en ciencia y cultura',
presentado el día 29 de noviembre de 2017.-

jueves, 23 de noviembre de 2017

[El Joven Tintero] Mujeres Nobel, la exposición que despertará conciencias

Hasta la fecha de hoy, y teniendo en cuenta los Premios Nobel concedidos en 2017, tan solo el 5,58% del total han ido destinados a mujeres (845 hombres, 50 mujeres).

La cifra es tan escalofriante que sirve como motivo para que se realicen exposiciones como Mujeres Nobel, actualmente en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Al principio de la sala donde se ubica la muestra, a dos alturas, se recuerda el por qué de estos premios, quién es su fundador y qué intereses perseguían.

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Página Suelta #20. Sobre los disparos de Manu Brabo a los disparos de la guerra

No conocía a Manu Brabo hasta que leí una entrevista que le hizo Ramón Lobo para Jot Down Cultural Magazine. En ella ya pude atisbar cierto punto de vista crítico con la realidad, pues como bien refleja su titular (“Si la gente gritara en la calle lo que grita en Facebook sería la hostia”), aunque desempeñe su trabajo en terrenos muy lejanos a los de España, su mirada, siempre mucho más importante que la vista, no se despega de su país natal.

Visitantes en la exposición Un día cualquiera, la primera de Manu Brabo en solitario / © Guillermo Martínez
Supe que se dedicaba a la fotografía y que había estado presente en las últimas protestas en Oriente Medio: Siria, Libia, Irak o Egipto. Y eso es lo que hizo, ayudarnos a no olvidar que aquél presente que nos llega como algo muy lejano es la pregunta que encuentra respuesta actualmente en el miedo que asola Europa.

Más tarde empecé a ver colaboraciones suyas en algunos dominicales, e incluso en prensa extranjera. Así es como me enteré que fue el ganador del Premio Pulitzer de fotografía en 2013. Me gustaban sus instantáneas, mordaces, a fuego abierto, y es precisamente ese fuego el que nunca se apagará, el que consigue avivar cada vez que cualquier persona se enfrenta a una de sus instantáneas.

Una de las fotografías expuesta en la exhibición
fotográfica de La Neomudéjar / © Guillermo Martínez
Nunca le había escuchado hablar hasta que dio una clase magistral en la Fundación Telefónica sobre fotoperiodismo. Tajante en las respuestas que aportaba al público asistente, la primera impresión es de impertinencia, de novato a la hora de intentar explicar algo ante un auditorio. Pero él sabía cómo guiar la charla, y lo hizo en silencio, mostrando su trabajo, interrumpiendo de vez en cuando para contar alguna anécdota  sobre la fotografía que exponía.

También relató sus inicios, por qué, cuándo, cómo, con quién y dónde empezó. Describió perfectamente las 6W's que toda entradilla periodística debe contestar. Asimismo, este asturiano de toda la vida nacido en Zaragoza, también escribe de forma frecuente textos explicativos, con rasgos literarios bien logrados, que acompañan a las fotografías en las publicaciones.

Polivalente, es de las pocas personas a las que agradezco su parquedad de palabra (en el buen sentido del término), pues así nos ayuda a que la imaginación vuele, a pensar si la imagen que capturó lo hizo tumbado en el suelo, agachado o mientras se escondía de las balas. Reflexionar sobre la expresión del rostro del propio fotógrafo al inmortalizar sucesos tan atroces como los de las guerras.

Con un objetivo realmente humano, tanto en la cámara como el fin perseguido, me sorprendieron las caras de algunas personas que paseaban por la primera exposición en solitario, en La Neomudéjar, y que está organizada por National Geographic, una de las entidades punteras en el ámbito de lo documental. Tristeza, incomprensión, susurros entre parejas, miradas de autocompasión de unos visitantes con otros... Llamada Un día cualquiera, la muestra descuartiza la cotidianidad a la que estamos acostumbrados.

Una pareja mira detenidamente una docena de fotografías 
de Manu Brabo / © Guillermo Martínez
Qué más puede hacer un fotógrafo que combatir los disparos de metralletas con los disparos de su cámara.

Más información sobre la exposición en El Joven Tintero.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Página Suelta #19. La interacción en los museos como algo fundamental

Los museos, generalmente, suelen ser atractivos bien por la temática que en ellos se trata, las condiciones de las salas, la calidad del comisariado de las exposiciones o los diferentes elementos que conforman las correspondientes muestras a la hora de exhibirlas. Es en este último caso donde, en mi opinión, se encuentran los mayores esfuerzos para atraer al público joven, desde las edades más tempranas.

Salvando las distancias debidas a que cada exposición tiene unas características peculiares y la puesta en escena de cada una de ellas deja mayor o menos espacio para la imaginación, siempre hay recovecos en los que el público puede sentirse dentro de la exhibición. En un caso concreto, el Museo Arqueológico Nacional (MAN), este hecho se lleva a cabo de una forma bastante lograda.

Centrándonos en su exposición permanente, cada sección cuenta con un monitor en el que se proyectan diferentes imágenes, a modo de salvapantallas, hasta que alguien pulsa un botón. En ese instante, se empieza a reproducir un vídeo introductorio sobre la etapa de la Historia en cuestión. Hasta en nueve ocasiones distintas se puede llevar a cabo este proceso.

Pero la interacción con el público, aunque esto ya no sirve solo para los más pequeños sino también para el público en general, va mucho más allá. En diversas ocasiones, el visitante tiene la oportunidad de tocar reproducciones muy logradas sobre los instrumentos que las personas de cada época utilizaban.

Así pues, el tacto de cualquier persona puede disfrutar de la calidad del filo de cada útil, tallado de la forma más exacta para cumplir su función, ya sea cazar, cortar, moler o triturar; tanto de hueso como de piedra. Algo que llama la atención, sin duda, a los niños que se acercan a ver la exposición pero también a los más mayores que no se quedan con las ganas de saber hasta qué punto herramientas utilizadas hace miles de años podían estar tan bien definidas.

En este sentido, los elementos expositivos que se pueden tocar están marcados con una señal (un contorno de una mano con la palma extendida en vertical) que advierten a los visitantes de la posibilidad de estrechar las distancias con el expositor y comprobar por ellos mismos cómo eran las herramientas que se usaban día a día en cada época.

Por otro lado, creo que las reproducciones a escala natural, ya sea una cueva o una casa algo más sofisticada, también se deberían englobar dentro de la interacción con el público. Digo esto porque resulta muy fácil imaginarse la vida que tenían nuestros antepasados, al igual que ocurre cuando tocas los instrumentos utilizados, al ver las reconstrucciones a un tamaño en el que la imaginación tiene poca cabida.

Como colofón, ya al final del recorrido hay unas gafas de realidad virtual, que aunque en el momento de la visita del autor de este texto no funcionaban, creo que es una buena relación que se puede hacer entre el pensamiento comúnmente aceptado de lo aborrecido que puede llegar a ser visitar un museo que no te guste y las nuevas tecnologías, que sin ningún ápice de duda también se tienen que utilizar como nexo para atraer e incentivar un público nuevo.

Es así y no de otro modo como el MAN explota las posibilidades de interacción, que por un lado consiguen atraer a un público más joven pero por el otro logran un nivel de verosimilitud que el público general agradece.

-Texto escrito para la asignatura 'Periodismo especializado en ciencia y cultura',
presentado el día 22 de noviembre de 2017.-

sábado, 18 de noviembre de 2017

[El Joven Tintero] Las fotografías de Manu Brabo, los disparos de una cámara a los disparos de una metralleta

Queda inaugurada la exposición Un día cualquiera, la primera en solitario del fotoperiodista Manu Brabo. La muestra, organizada por National Geographic, está situada en el museo La Neomudéjar, perfecto para una exhibición de estas características, y cuenta con diferentes obras fotográficas que narran los acontecimientos que han marcado el inicio del siglo XXI en territorios como Siria, Libia, Egipto o Irak.

Manu Brabo aporta una mirada personal bifurcada entre la suya propia y la que irradian sus instantáneas, centradas a transmitir la crudeza de la guerra; tanto de aquellos que están en el frente como la de aquellos que la padecen en su casa, si todavía tienen casa.
Con la intención de “dotar al espectador de información y elementos de análisis que ayuden a comprender las tragedias que azotan hoy en día esas regiones", en palabras del propio Brabo. Aunque no se olvida tampoco de la actualidad tan agitada que asola Europa, pues "esas tragedias están condicionando, en gran medida, las políticas y miedos del continente”.

La retrospectiva juega también con el ambiente creado por la idiosincrasia de La Neomudéjar, una antigua fábrica de en donde se ubicaban los talleres del MZA (empresa dedicada a reparaciones ferroviarias en la época de las compañías de tren privadas). De esta forma, las salas guardan el paso del tiempo no como algo negativo, sino como aquella experiencia necesaria para entender muchas cosas del pasado. El juego de paredes agrietadas, salas poco iluminadas y estrechos recovecos bailan a la perfección con las instantáneas de Brabo, en donde ninguno de los actores lleva un paso por delante.

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jueves, 16 de noviembre de 2017

Página Suelta #18. Informar en TV, si nos dejan

La independencia de la radio televisión pública española está en entredicho. Aunque es verdad que siempre lo ha estado, este tema de debate vuelve a saltar al ruedo para intentar ser toreado de la mejor de las maneras. Con la excusa de la presentación de la monografía La información periodística en televisión. Construir el mundo en imagen y sonido, cuya autoría es del profesor y Dr. Rafael Díaz Arias, un gran elenco de compañeros de RTVE, que fue la casa del escritor en cuestión durante mucho tiempo, han tomado la palabra.

Portada del libro que se presentó el lunes 13 de noviembre
y que dio pie al consiguiente debate.
Aunque el deseo del profesor Díaz Arias era que no se polarizase el debate en torno a la situación catalana, finalmente acabó por ser imposible que ello sucediera. También se habló del reportaje como otra forma de informar, no solo en los telediarios, tal y como explicitó José Antonio Guardiola, director del mítico y decano programa 'En portada'. A su vez, se criticó la forma de hacer los informativos hoy en día, como una sucesión de imágenes en bucle en la que un reportero empieza a hablar sin haber correlación entre lo que se dice y lo que se ve. De hecho, alguno de los invitados se atrevió a denominar los informativos de televisión como "radio con imágenes".

Rafael Díaz Arias, profesor de la Universidad Complutense de Madrid
  y escritor de varios libros sobre periodismo televisivo
 / © Asociación de Periodistas Europeos
Por otro lado, también hubo un espacio dedicado al personal gráfico, como a la montadora Luisa Mota o al reportero gráfico Miguel Ángel de la Fuente. En este punto en concreto fue donde se abordó la supresión de ciertos puestos de trabajo ya que, cada vez más, se exige al propio periodista que monte él sus piezas, perdiéndose la profesionalidad, experiencia y especialidad de los montadores. 

A raíz de diversas críticas de falta de imparcialidad de la cadena pública, intervino Yolanda Sobero, antigua presidenta del Consejo de Informativos de TVE, la cual dio ciertos apuntes para poder remediar esta situación. De la misma forma, mostró su asombro ante la pasividad que el conjunto del personal de RTVE está teniendo ante los ataques que desde ciertas élites, principalmente políticas, están haciendo con el ánimo de menoscabar el derecho a la información.

Además, se aludió a la calidad de los informativos en cuanto al contenido, donde se puntualizó la gran presencia de los institucional y la casi nula presencia de lo social, hecho que puede ser una respuesta a que las audiencias bajen. Las figuras que intervinieron son grandes decanos en RTVE, al menos en su mayoría, y no dudaron en hacer una férrea defensa de los medios públicos como fuente de información de la ciudadanía, incluso se llegó a afirmar que el acto mismo también lo es de resistencia de la televisión pública.

Fueron muchos los razonamientos lanzados al estudiantado presente en la sala de conferencias de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM. Etiquetados como el "futuro del periodismo, que es ya presente", muchos invitados veteranos del conglomerado de canales públicos de los que goza actualmente España les incitaron a intentar saltarse los límites, aquellas normas que no respondan a un interés meramente periodístico y que hace que se olvide la función social que siempre debe tener presente cualquier persona que se dedique a la comunicación de informaciones.

Retransmisión del acto en su totalidad

(También intervinieron, desde la mesa, el retirado ya periodista y profesor Francisco Pastoriza y el profesor Manuel Aguilar; desde las butacas, Juan Antonio Sacaluga, experto en internacional; Paloma Hidalgo, documentalista; David Picazo, responsable adjunto de cultura; y los veteranos en RTVE Paco Dige, Alicia Gómez Montano, Javier Sáez, Miguel Adrover, Luisa Aleñar y Juan Cuesta) 

domingo, 12 de noviembre de 2017

Página Suelta #17. Apartados de prensa virtuales, ¿periodismo o publicidad?

¡Ten cuidao! 
Con tanto click y clack te estás quedando tonto. 
Y si el futuro es quedarse sentado y muerto 
no voy a participar.
'Ten cuidado', de Mafalda.


La prensa está perdiendo un terreno demasiado explotado, en donde entran los debates de la imparcialidad, las discusiones de la verdad como concepto ontológico y demás cuestiones puristas sobre el periodismo; pero a la vez está ganando otro estrechamente relacionado: el de la comunicación política o corporativa.

Los periodistas tienen futuro. Las empresas nunca habían demandado tantos periodistas como ahora. La comunicación jamás había estado tan valorada como actualmente. El caso es que ese trabajo no es periodismo. Por eso, los periodistas tienen futuro como comunicadores, pero no como periodistas.

Yendo más lejos, muchas veces son usados como mano de obra basada en lo teórico, pues qué mejor que un periodista para saber qué es lo que de verdad interesa o necesitan los periodistas. Ciertamente, cada vez se introducen más asignaturas orientadas a la comunicación corporativa en los estudios de periodismo. Por algo será. Para alguien será.

Interiorizando mucho más en la cuestión, las salas de prensa virtuales se han convertido en el baluarte de todo periodista que no quiere moverse de su silla de trabajo. Cierto es que facilitan enormemente su labor, de hecho esto llega a ser innegable, pero por otra parte también favorece la comunicación de una información en muchas ocasiones superficial, y lo que es peor, enormemente interesada hacia la institución que la aporta.

Partiendo de que los documentos (notas de prensa, convocatorias, dossieres...) están a disposición de cualquier persona debido a que en la mayoría de los casos se puede acceder a ellos desde las páginas web de la organización o colectivo que los publica, no debe caber la menor duda de que siempre van orientados hacia un fin empresarial, de ganancia económica o de promoción. Precisamente por este hecho hay que saber muy bien analizar todos los archivos que están a nuestro alcance. Y no todas las personas están preparadas para ello.

Por eso, una interrogación gigante se abre cuando me despierto y nunca se llega a cerrar cuando me voy a dormir. ¿Son periodismo los apartados de prensa virtuales? ¿A quién están dirigidos: periodistas o público generalizado? ¿El fin que buscan persigue aquellas metas a las que siempre ha aspirado la información rigurosa?

Hagan sus apuestas. La bolita lleva rodando ya algunos años y parece que aún va a tardar en decidirse dónde parar. Yo no me decanto por ninguna de las opciones que se me vienen a la cabeza, pero una cosa tengo clara: estas cuestiones no se podrán afrontar sin experiencia ni conocimiento de causa. Me formo para poder encontrar una respuesta. Y estoy seguro de que, si esa respuesta no me gusta, lucharé por cambiar la realidad.

-Texto escrito para la asignatura 'Periodismo especializado en ciencia y cultura',
presentado el día 15 de noviembre de 2017.-

martes, 7 de noviembre de 2017

Página Suelta #16. Sobre el internet de las personas

En el Anuario Estadístico de España de 2017, en su apartado de Ciencia y Tecnología (página 21), se puede apreciar cuánta gente utiliza ordenadores en su empresa, y también cuánta gente los utiliza conectados a la red de internet.

Cuadro donde se refleja cuántos trabajadores utilizan ordenador y cuántos lo hacen conectados a internet, disgregados en empresas con diferentes cifras de asalariados. / Fuente: Anuario Estadístico de España
Se observa también cómo los porcentajes apenas varían entre empresas con diferentes niveles de asalariados. ¿Podríamos trabajar sin internet? Ahora, la era en la que se encuentra trabajo a partir de plataformas con miles de candidatos y las ofertas apenas especifican lo requerido ni las condiciones del puesto; ahora, que no sabríamos dónde meternos si un día entero estamos sin internet.

Es más, el gran universo abierto gracias a esta herramienta también está dejando bajas por el camino. Me refiero a lo que internet ha propiciado: un ancla al puesto laboral. La gente trabaja ocho horas en una oficina, por ejemplo, y no sé cuántas más desde su casa o cualquier otra parte si, además de los ordenadores, tenemos en cuenta a los smartphones. Tal es el punto de exacerbación manifestado en Francia que, finalmente, se aprobó una ley en detrimento del envío de correos electrónicos de ámbito laboral fuera del horario de trabajo.

Los datos son claros. El 50,5% de los trabajadores de una empresa con 15 asalariados utiliza su ordenador para trabajar conectado a internet. A su vez, el porcentaje se mantiene en el 50,7 en una empresa de 300 trabajadores.

Bienvenidos a la era del internet de las personas.

-Texto escrito para la asignatura 'Periodismo especializado en ciencia y cultura',
presentado el día 8 de noviembre de 2017.-

sábado, 4 de noviembre de 2017

Página Suelta #15. Sobre depender de quien quieres depender

Un tema fundamental en el periodismo es la dependencia, pues aunque la información se configura como derecho de cualquier individuo, no es menos importante el aspecto de que, al menos hoy en día, es un negocio. Y como todo negocio tiene unos intereses, unas limitaciones, una visión conceptualizada como esencial en cuanto a pérdidas o ganancias, y desde luego en el ámbito periodístico, algunas cuestiones que respetar.

Un momento de la presentación de 'Radical', en el Círculo de Bellas Artes de Madrid,
donde Blanca Martínez explica el espacio 'Visual 404'
Este tema se abordó en la presentación de 'Radical', el apartado cultural de la revista mensual El Salto, que con el subtítulo de 'Cultura, Pensamiento y Acción', clarifica el cariz comprometido de la sección. Este medio es bastante particular ya que depende económica y únicamente de los suscriptores, con los que mantiene un trato fluido a través de correos electrónicos y asambleas deliberativas en que cada cuál puede defender lo que cree mejor para la publicación. Pese a ello, no hay que pasar por alto la servidumbre de la que adolece: quien da dinero son los lectores, si no le gusta al lector, éste retira el dinero.

Entonces llegamos a la cuestión enraizada de la dependencia, tan necesaria en los medios de comunicación, y que se ve tan lejana en aquellas publicaciones que se pueden denominar como mainstream. ¿Qué queremos? y ¿cómo lo queremos conseguir? son las preguntas esenciales, a mi parecer, para diseñar así una hoja de ruta que cada vez sea más diversa, plural, pero que poco a poco vaya abarcando y haciendo el abanico de suscriptores más ancho. Como si una cosa llevara a la otra. A más suscriptores, mayor financiación para poder llevar a cabo piezas periodísticas más atrevidas y que gusten a más lectores que potencialmente son suscriptores.

Dada la frecuencia de publicación de este medio, es obligatorio recordar que los temas deben durar un mes en el cajón de una casa. Además, no se escribe con el fin de hacer una lectura fútil o volátil, sino algo asincrónico en muchos casos pero sin perder de vista la actualidad; teniendo como referencia opuesta el otro extremo, las publicaciones diarias de usar y tirar, de lectura rápida sin ni siquiera haber un intento de asimilación por el público.

Por ello, considero muy importante el quién, ¿a quién nos dirigimos? Y en la respuesta encuentro la razón de ser para participar en un medio de tal envergadura pero que a la vez también es propio de cada persona. El Salto está ideado para la lectura sosegada, analítica, tranquila, plácida. Al fin y al cabo, es esa gente la que también tiene que poner de su parte para atreverse a financiar algo nuevo, totalmente independiente de intereses económicos externos al medio. 

Ser consciente que, aunque el ritmo de vida actual es abrumador y estamos condicionados a consumir, ya no solo cultura o información, sino cualquier cosa de forma efímera, debemos apostar por proyectos que poco a poco van teniendo cabida en el espacio informativo alternativo, precisamente para eso, para que alguna vez lo que hoy significa alternativo (independiente, plural, con una estructura financiera diferente a la hegemónica, rompiendo esquemas en cuanto a temática de las piezas, comprometido con la sociedad...) deje de serlo para, por fin, convertirse en la normalidad.

Pero eso es imposible sin apoyos, así que está en las manos de cada persona elegir qué información quiere recibir y de cuál ser cómplice.