El título es un nombre propio, tan propio como la libertad que emana de todas y cada una de sus páginas. Así, y no de otra forma, es como describo a Juan Salvador Gaviota, el pequeño cuento que un día me enseñó a creer en mí. Con todas las consecuencias.
La experiencia laboral de Richard Bach empezó al graduarse como mecánico de fabricación de aviones y de estaciones generadoras de energía. Durante cinco años fue piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y en esa época empezó a escribir artículos relacionados con la aviación hasta que llegó a convertirse en editor de la revista Flying (1963) aunque este cargo finalizó un año después. Le apasionaba tanto el vuelo que llegó a afirmar que volar era su religión.
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