Desde hace unos años parece que todo es polarización política, tanto la acción como la reacción. En cambio, usted ubica distintos tipos de polarización. ¿Cuáles son?
Por un lado, está la polarización política, aquella de carácter más ideológico y que se da en torno a la discrepancia de temas ideológicos y reacciones sobre determinados temas que se terminan polarizando hacia los extremos. Históricamente se han condensado en el conflicto entre derecha e izquierda y aspectos como si el Estado debe intervenir en la economía, subir o no los impuestos o recortar en gastos sociales. Esta polarización se da en el espacio público, con un componente más ideológico, como digo.
En este caso, la polarización no es mala por definición, pero sí es cierto que esta especie de polarización da, de alguna forma, paso a otra, la polarización afectiva. Aquí ya hablamos sobre una polarización que pivota en torno a la identidad de los partidos políticos, que no son solo un partido como tal, sino lo que representan en la sociedad, su manera de entender la realidad, y es lo que nos lleva a entender el mundo como un lugar en el que los míos están frente a los otros.
Seguir leyendo AQUÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario