El pasado 1 de febrero fue uno de los días más felices en la vida de Andrés Cano. A sus 56 años, este vecino de Villalbilla (Madrid) pudo regresar a su casa, con su
familia, después de que la
residencia en la que se encontraba le diera el alta. Lo que en la inmensa mayoría de los casos es un mero trámite, las gestiones para que Andrés pudiera volver a su hogar se alargaron durante meses debido a la deuda que había contraído con el centro sociosanitario. “Les decían que hasta que no la saldaran, Andrés no sería dado de alta”, certifica la abogada de la familia. Ahora, preparan una denuncia ante los tribunales por un presunto delito de secuestro y coacciones.
La historia comienza el 6 de junio de 2023, cuando Andrés sufrió una fuerte caída, lo que le llevó a estar varias semanas internado en la UCI del madrileño Hospital La Princesa. Una vez recuperado, el paciente necesitaba de alguien que cuidara de él durante todo el día. Su pareja, Mariana Liutic, no podía hacerlo, por lo que desde el hospital les recomendaron buscar una residencia.
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