lunes, 22 de febrero de 2021

[Público] Una familia puede ser desahuciada por una estafa que pasó desapercibida a dos bancos

Virginia e Iván llevan pagando su hipoteca a Bankinter desde que se la concedieron, en agosto de 2016. En concreto, 360 euros al mes. El piso en el que viven, ubicado en la localidad madrileña de Colmenar Viejo, pertenecía a Michael Salas, el antiguo propietario, que se lo vendió por 117.000 euros. En el momento de la compraventa, este sujeto presentó un certificado supuestamente expedido por el Banco Popular, ahora Banco Santander, en el que constaba que el préstamo hipotecario concedido sobre la finca en cuestión se encontraba en "estado saldo cero". Esa información falsa pasó desapercibida a Bankinter y a la notaría, por lo que ahora Iván y Virginia se enfrentan a un proceso de ejecución hipotecaria promovido por el Santander que podría desembocar en un desahucio, ya que este banco reclama las cuotas no abonadas, que superan los 147.000 euros. Michael Salas está desaparecido.

Virginia e Iván, la pareja que puede ser desahuciada 
por una estafa ajena a ellos. — Cedida

"Esto es todo surrealista. Podemos perder la casa por una estafa que pasó inadvertida en el momento de la compraventa. Bankinter tendría que haber comprobado que el documento era falso. Podía haber llamado al Banco Popular o algo, pero no hizo nada y se lo colaron", comienza a relatar Virginia Solares. Ella y su marido llevan viviendo en el inmueble casi desde que nació su hija de tres años. La impotencia y el estrés que sufren desde febrero de 2019, fecha en que reciben el primer burofax del Santander, se acrecenta con el paso del tiempo.

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