Mavi, ¿el tiempo pasa más lento desde aquel 11 de noviembre de 2007?
El tiempo no ha pasado. El tiempo se paró aquel día, todo se quedó congelado ahí. Lo primero que recuerdo fue la llamada de un amigo suyo, sobre las 12.30 de la mañana, para decirme que habían apuñalado a mi hijo. Luego ya vinieron toda una serie de movimientos hasta las 16.15, que me confirmaron que había muerto.
El asesino está ahora disfrutando de su primer permiso penitenciario. ¿Cambió su percepción de la justicia tras la sentencia?
Yo me sentí satisfecha con la sentencia, y nunca he desconfiado de la justicia porque siempre que la he necesitado me ha respondido, aunque eso no quita que haya muchos más casos en los que no haya sucedido así. Se condenó como debía condenarse, por asesinato con el agravante de delito de odio, el tercero en toda España. Le restaron unos años de la pena máxima porque no apareció el arma, pero sí aseguraron que cumplirá toda la pena en prisión, 26 años, cuando la pena máxima a la que se enfrentaba era de 30.
Lo del permiso es otra cosa. Se ha llevado a cabo sin ningún tipo de notificación, ni siquiera al abogado, y sin la opción de recurrirlo, justo en las fechas del asesinato de Carlos… Lo considero una auténtica provocación por parte de las instituciones, y una gran falta de respeto hacia mi persona y los familiares y amigos que nos rodean.
El tiempo no ha pasado. El tiempo se paró aquel día, todo se quedó congelado ahí. Lo primero que recuerdo fue la llamada de un amigo suyo, sobre las 12.30 de la mañana, para decirme que habían apuñalado a mi hijo. Luego ya vinieron toda una serie de movimientos hasta las 16.15, que me confirmaron que había muerto.
El asesino está ahora disfrutando de su primer permiso penitenciario. ¿Cambió su percepción de la justicia tras la sentencia?
Yo me sentí satisfecha con la sentencia, y nunca he desconfiado de la justicia porque siempre que la he necesitado me ha respondido, aunque eso no quita que haya muchos más casos en los que no haya sucedido así. Se condenó como debía condenarse, por asesinato con el agravante de delito de odio, el tercero en toda España. Le restaron unos años de la pena máxima porque no apareció el arma, pero sí aseguraron que cumplirá toda la pena en prisión, 26 años, cuando la pena máxima a la que se enfrentaba era de 30.
Lo del permiso es otra cosa. Se ha llevado a cabo sin ningún tipo de notificación, ni siquiera al abogado, y sin la opción de recurrirlo, justo en las fechas del asesinato de Carlos… Lo considero una auténtica provocación por parte de las instituciones, y una gran falta de respeto hacia mi persona y los familiares y amigos que nos rodean.
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