lunes, 7 de junio de 2021

Dulce se balancea

Una silla me mira:
dulce clava sus astillas por detrás,
el respaldo es la compasión maldita,
dulce se balancea en mi pecho.

Los elementos se conjugan
y más allá del agua y tus olas,
del aire que te llena,
yo bailo con el fuego que me apaga
y me como la tierra que nos separa.

Tiemblo.
Tus manos pican la catedral del ojalá,
donde rezo,
donde clavo mis rodillas.

Adjetivarte es hablar de mí,
cuidar mis miedos,
acurrucarme en los brazos que me soportan.

Bajo a los infiernos,
te miro a la cara,
un beso destierra el pasado.
El adiós está al alcance de nuestras manos.

Me quedo contigo.
Me siento en una silla,
que me mira.

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