Para paliar la situación, muchos más agravada entonces, en 1971 se creó el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), hoy en día dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social: "Antes hablábamos de los riesgos materiales en la construcción y la industria, pero la estructura empresarial ha cambiado mucho en España, ahora nos enfrentamos a nuevos riesgos derivados de diversas transiciones, como la digital, la del cambio climático y la demográfica", introduce Carlos Arranz, director del Instituto que cumple 50 años.
Las patologías derivadas producidas en los centros de trabajo no solo se reducen a lo físico. Tal y como apunta Julio Fuentes, miembro del Gabinete de Estudios Confederal de la CGT, "la definición de la OMS amplía ese bien físico al mental y social, donde se enmarcan las patologías que más aumentan en la actualidad. Mucha gente trabaja empastillada, lo que, en ocasiones, deviene en accidentes de carácter físico". De hecho, los datos para el año 2020 aportados por el propio Ministerio de Trabajo indican que la incidencia de accidentes en el trabajo con baja laboral asciende a los 2.455 por cada 100.000 habitantes. "Durante esas bajas y, las mutuas llevan a cabo una técnica abusiva que incluso alarga el proceso de recuperación, pero en cambio no avanzamos en el reconocimiento de enfermedades ligadas a lo mental producidas como una consecuencia clara de la precariedad laboral: mayor carga de trabajo, seguridad contractual, jornadas parciales forzosas y el abuso de contratación temporal por una empresa de trabajo temporal que exige puesta a disposición instantánea en todo momento", se explaya el cegetista.
Las patologías derivadas producidas en los centros de trabajo no solo se reducen a lo físico. Tal y como apunta Julio Fuentes, miembro del Gabinete de Estudios Confederal de la CGT, "la definición de la OMS amplía ese bien físico al mental y social, donde se enmarcan las patologías que más aumentan en la actualidad. Mucha gente trabaja empastillada, lo que, en ocasiones, deviene en accidentes de carácter físico". De hecho, los datos para el año 2020 aportados por el propio Ministerio de Trabajo indican que la incidencia de accidentes en el trabajo con baja laboral asciende a los 2.455 por cada 100.000 habitantes. "Durante esas bajas y, las mutuas llevan a cabo una técnica abusiva que incluso alarga el proceso de recuperación, pero en cambio no avanzamos en el reconocimiento de enfermedades ligadas a lo mental producidas como una consecuencia clara de la precariedad laboral: mayor carga de trabajo, seguridad contractual, jornadas parciales forzosas y el abuso de contratación temporal por una empresa de trabajo temporal que exige puesta a disposición instantánea en todo momento", se explaya el cegetista.
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