Su primer sueño fue ser tenista y, aunque se vio truncado, la experiencia que tuvo de los 14 a los 16 años en un centro de alto rendimiento le dejó un poso en su capacidad y esfuerzo posterior. Ya en Bachillerato, ese ímpetu lo volcó en los estudios, así que sus resultados académicos terminaron con una mención honorífica. “Luego estudié Derecho porque era un poco lo que se me decían en casa. Imagino que esto lo sufren muchos jóvenes, que lo estudiamos porque tiene muchas salidas”, añade el propio Tomás.
Seguir leyendo AQUÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario