domingo, 3 de mayo de 2020

[Público] La gran función del único teatro abierto: centralizar la ayuda vecinal para repartir comida a 500 familias

Un barrio poblado por un irreductible vecindario resiste ahora y siempre al invasor con una poción mágica que les hace invencibles: la solidaridad. Así podría empezar el cómic que el recién fallecido Albert Uderzo escribiría en Lavapiés, donde el trabajo común de casi un centenar de vecinos se ha erigido como faro guía de la ayuda entre iguales brindando un complemento a la cesta de la compra a más de 500 familias que lo necesitan de este barrio madrileño. Una pequeña iniciativa del Club Deportivo Dragones que ha terminado por confluir en la plataforma Lavapiés Cuidando del barrio (La CuBa), tal y como han llamado al proyecto sus participantes.

La CuBa ha encontrado un hogar en el archiconocido Teatro del Barrio, donde se concentran toneladas de comida, litros de leche, productos de higiene personal y mucha fuerza por parte de sus integrantes de llegar a donde la Administración no es capaz. En la cuesta de la céntrica calle Zurita, donde el local del número 20 mantiene sus puertas abiertas, el goteo de usuarios es constante. Tan solo hay que estar apostado tres minutos en la puerta para ver aparecer a alguien con unas bolsas vacías que se irán llenas, como las de Alma María.

Para ella tienen preparada verduras, pollo, pescado, galletas, leche, yogures y pasta, aunque algunos otros alimentos no sobresalen tanto de los pequeños sacos que trae preparados para la ocasión. Esta paraguaya vive sola con su hijo de 3 años, y antes de la crisis económica trabajaba en Serrano, limpiando tiendas, "donde la gente no sufre y la calderilla es a partir de 3.000 euros", ironiza, aunque no tanto, esta madre soltera.

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