Ese es este caso. La ministra de Igualdad, Irene Montero, hace más de un mes que anunció la posibilidad de ingresar en habitaciones de hotel a todas aquellas mujeres que sufrieran violencia machista durante el confinamiento y encontraran todos los recursos de las comunidades autónomas al límite. ¿En qué ha quedado todo esto? ¿Es correcto que una mujer maltratada acuda a un hotel?
Ana María Pérez del Campo es la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, una entidad decana en este campo de actuación al haber impulsado, 28 años atrás, el primer centro de acogida para mujeres víctimas de violencia de género. Así explica la gravedad de la situación: "Las mujeres que ya estaban separadas de hombres violentos están recibiendo todo tipo de amenazas y no dudan en utilizar a los hijos para controlar a la madre". El coronavirus ha dejado a la judicatura bajo mínimos, y aunque el parón no debería haber afectado a los trámites relacionados con violencia machista, "en realidad sí lo ha hecho, porque no se tramita todo lo que se presenta", continúa la presidenta.
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