La directora de teatro Eva Redondo / G. M. |
En ese espacio de debate parecido a La Clave que logra escenificar en el madrileño Teatro del Barrio, entre imágenes de Arias Navarro, la familia real, Adolfo Suárez, el 23-F, Felipe González y la matanza de Vitoria, Redondo consigue lo que nunca antes: todos aquellos que legitimaron la actuación de Martín Villa, y por ende la de Billy el Niño, observan los rostros de los torturados. Aquí está el homenaje que González Pacheco nunca tuvo, el único que se mereció.
Los homenajes a los muertos no suelen ser de estas características. ¿Billy el Niño sigue vivo?
González Pacheco murió de covid, pero en la memoria, especialmente de aquellas personas a las que torturó, siempre estará vivo. Nadie les ha reparado ese daño y siempre será una especie de pesadilla recurrente en sus cabezas. Además, le premiaron por sus servicios prestados. Durante la dictadura se condecoró a las personas por méritos relacionados con las torturas. El torturador seguirá vivo hasta que no reparemos el daño causado a sus víctimas.
Los homenajes a los muertos no suelen ser de estas características. ¿Billy el Niño sigue vivo?
González Pacheco murió de covid, pero en la memoria, especialmente de aquellas personas a las que torturó, siempre estará vivo. Nadie les ha reparado ese daño y siempre será una especie de pesadilla recurrente en sus cabezas. Además, le premiaron por sus servicios prestados. Durante la dictadura se condecoró a las personas por méritos relacionados con las torturas. El torturador seguirá vivo hasta que no reparemos el daño causado a sus víctimas.
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