Diego, dueño de un gimnasio en Carabanchel. (G. M.) |
Él tiene suerte, pues es difícil que un gimnasio de estas características, tan grande y atractivo, se establezca en su zona. “Hay que tener en cuenta el público al que te diriges, conocer el barrio. A partir de ahí, juegas tus bazas: la profesionalidad, la mano izquierda y, sobre todo, tratar a la gente como si fuera de tu familia”, arguye. Pero a veces no es suficiente, como les ha ocurrido a los cinco gimnasios que han tenido que cerrar en los últimos años en el barrio. El porqué de ello, dice Cobo, no está tanto en el coste, sino en la imagen que proyectan: "Realmente las cuotas no se diferencian demasiado. Yo tengo mensuales, trimestrales, semestrales y anuales, y esta última es más barata que las suyas, pero yo no puedo ofrecer piscina, miles de actividades, ni abrir todos los días".
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ResponderEliminarEl mantenimiento de piscinas en franquicias de gimnasios es esencial para crear entornos saludables. La pureza del agua y la higiene son la clave para experiencias acuáticas seguras y revitalizantes.