La subida de la luz repercutió directamente en el servicio que presta
Metro de Madrid. Hace unas semanas, la empresa pública anunció una disminución del 10% de sus trenes por este motivo. La medida no ha tardado en hacerse notar para sus usuarios, que sufren ciertas aglomeraciones esperando al siguiente convoy en los andenes. Los sindicatos, por su parte, denuncian una pauperización prolongada en el servicio en un momento en el que, según entienden, se debería apostar por el transporte público dados sus beneficios medioambientales. A ello se suma la no autorización de la tasa de reposición, lo que estaría dejando fuera a unos 332 trabajadores que ya deberían estar desempeñando sus funciones en la red madrileña. Tras varias concentraciones de protesta, este jueves han convocado una manifestación, y, si sus demandas no son escuchadas, amenazan con ir a la huelga .
Tanto los empleados del Metro de Madrid como de la
Empresa Municipal de Transportes (EMT), desde donde gestionan los autobuses de la región, se han unido para hacer llegar sus reivindicaciones tanto a la Comunidad de Madrid como al Ayuntamiento de la capital, además de al Consorcio Regional de Transportes. Juan Carlos de la Cruz es el secretario General de CCOO en Metro y así explica una problemática que va más allá de sus demandas actuales: “La mitad del parque de trenes, además, es muy antiguo, lo que en el futuro puede traer graves consecuencias. Desde 2017 se están licitando nuevas compras, pero tardarán en hacer efecto”.
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